24 de septiembre de 2024 - 22:34 La ansiedad es una respuesta natural del ser humano ante situaciones que percibimos como amenazantes, pero cuando esta se convierte en un estado prolongado y descontrolado, puede transformarse en un trastorno que afecta gravemente la calidad de vida de las personas.
Según estimaciones globales, el 4% de la población mundial padece un trastorno de ansiedad en este momento, y ese número aumenta si consideramos aquellos que presentan algunos síntomas sin llegar al diagnóstico formal.
Países como Australia, Estados Unidos y Reino Unido lideran la lista con más casos de ansiedad a nivel mundial, y el trastorno ha llegado a ser el problema psiquiátrico más importante a nivel global.
La ansiedad, en su forma adaptativa, es una herramienta que nos permite estar alertas y preparados ante posibles amenazas. Sin embargo, cuando se desborda, se convierte en un problema.
Silvina Tochetti, licenciada en medicina funcional, indico que: “la ansiedad es vivir en el tiempo del futuro. Tener un poco de ansiedad es constructivo, pero el problema surge cuando esta se desboca”.
Cuando la ansiedad toma el control
La ansiedad comienza a ser un motivo de preocupación cuando aparece sin motivo aparente, generando síntomas físicos como taquicardia, dificultad para respirar y tensión muscular. Estos síntomas suelen ser alarmantes, y cuando se prolongan en el tiempo, interfieren en la vida cotidiana.
Andrea Aiello, quien padece ansiedad, relató cómo esta condición afectó su vida diaria: “Al punto de no poder ir a un supermercado”, comentó sobre una situación que es común para muchos, pero que se vuelve imposible para quienes sufren de este trastorno.
Además de los síntomas físicos, la ansiedad puede atrapar a las personas en un círculo vicioso, donde el miedo a tener un ataque de ansiedad lleva a evitar situaciones sociales o cotidianas.
Silvia González, quien ha lidiado con ansiedad durante una década, comparte su experiencia: “Primero entré en una depresión que se fue transformando en ansiedad. Llegué a tener 15 ataques de pánico en un mes”, describe, resaltando la gravedad de la situación.
González también padeció agorafobia, una manifestación de la ansiedad que le impedía salir sola a la calle, limitando su independencia.
La ansiedad en la adolescencia y el cine
Los casos de ansiedad están en aumento entre los adolescentes, una etapa en la que las emociones suelen ser intensas y los cambios generan incertidumbre.
La película “Intensamente 2” aborda este tema, mostrando cómo la ansiedad puede enterrar la identidad de la persona, apagando otras emociones y provocando ataques de pánico. En muchos casos, la ansiedad en los jóvenes está relacionada con el estrés académico o las expectativas sociales.
Enfrentando la ansiedad: ¿qué se puede hacer?
Frente a este panorama, es fundamental tomar medidas preventivas. La ansiedad, aunque difícil de erradicar, puede ser gestionada a través de hábitos saludables como el ejercicio físico y una alimentación equilibrada.
Según Tochetti, “el ejercicio y la comida son poderosísimos” para combatir los efectos negativos de este trastorno. Además, es crucial educar sobre la importancia de la salud mental y la normalización de pedir ayuda cuando sea necesario.
Aunque la ansiedad puede parecer una carga abrumadora, las experiencias de quienes la padecen nos enseñan que no se trata de rendirse, sino de aprender a convivir con ella, crear estrategias de salud preventiva y continuar luchando por una mejor calidad de vida.