13 de junio de 2025 - 19:39 El Fondo Social de Vivienda de la Construcción (Fosvoc) se financia con el aporte de obreros y empresarios. El 0,025% del sueldo del trabajador y los empresarios se destina a ese fondo, que entrega partidas de dinero a los trabajadores para compra, construcción o refacción de vivienda. El acceso a esos beneficios se debe solicitar a través del Sunca.
La maniobra se detectó en noviembre de 2024, cuando la encargada de realizar las transferencias de dinero pidió licencia para hacerse un bypass gástrico.
Las solicitudes de partidas por parte de los afiliados deben ser analizadas y aprobadas o rechazadas por la directiva del Fondo, compartido por trabajadores y empresarios. Las transferencias de dinero se hacían con doble firma, una por los trabajadores y la otra por los empresarios.
En 2023, por temas administrativos, pasó a realizarse con una sola firma digital, la de la representante del Sunca. Allí, en casi un año, la funcionaria generó unas 200 transferencias a personas que no existen, con nombres y cédulas inventadas.
Estas transferencias bancarias eran cobradas por un grupo de dirigentes del Sunca. Tres de ellos fueron condenados el jueves 12 con prisión. Ahora, la Fiscalía investiga a un grupo de otras ocho personas más involucradas por el robo.
Además de las transferencias irregulares, se detectó el otorgamiento de 50 partidas especiales, cada una de ellas por un valor de $255.000, también para personas que no existen. Cada una de ellas fue pedida y autorizada por la funcionaria del fondo en representación del Sunca. La empleada, con una carrera de 20 años, fue despedida en diciembre, cuando detectaron que era la autora material del robo dirigido por los hoy exdirigentes.