14 de abril de 2025 - 18:06 Mario Vargas Llosa falleció este fin de semana. El expresidente Julio María Sanguinetti lo recordó en diálogo con Telenoche. "Fue, por encima de todo, un gran creador literario. Eso es lo que va a quedar. Aparte está el batallador por la libertad, que también hizo política. Con relativo éxito, porque perdió la elección con Fujimori", dijo Sanguinetti.
Agregó que "es rescatable" su posición sobre la libertad: "Viene del socialismo, muy propio de la intelectualidad de los años 50 y 60. Luego viene la revolución cubana y luego la decepción. Ahí muchos viraron su pensamiento, como fue el caso de Mario. Y ahí se transforma en un batallador de la libertad, de las ideas liberales. Pero por sobre todas las cosas, lo que va a queda de él, eterno, es su obra. Como 'Conversaciones en la catedral', o 'La casa verde' y 'La ciudad de los perros'. Las sátiras, que en estas horas se han mencionado poco, como 'Pantaleón y las visitadoras', que para mí es genial. Es una sátira sobre el espíritu militar. Eso es lo que va a queda en la constelación de artistas que en ese momento hacen nuestro siglo de oro."
Sanguinetti dijo que tenía varios recuerdos y anécdotas con Vargas Llosa. "Le encantaban las librerías. Una de las últimas veces que vino quería encontrar una traducción de Idea Vilariño de un texto de Shakespeare. Recorrimos cuatro librerías y al final la encontramos. Era un intelectual muy refinado, porque no solo escribía ficción, sino que además era un enorme crítico. Sus libros sobre (Gustave) Flaubert o (Honoré de) Balzac son realmente extraordinarios como ensayos críticos. Y además era un trabajador impresionante."
Sanguinetti recordó que en una oportunidad almorzó con él en Alemania. "Vargas Llosa estaba viviendo en Inglaterra y le gustaba para trabajar porque decía que, como nadie lo conocía, nadie lo molestaba. Era un trabajador de horarios implacables, de las siete de la mañana a las dos de la tarde en forma implacable", dijo el expresidente.
El vínculo con Uruguay
Desde el punto de vista de su carrera política, para Sanguinetti, Vargas Llosa fue "el típico intelectual que tuvo el sueño socialista, que luego entendió que se había transformado en pesadilla. Y que luego buscó camino en la gran filosofía liberal de Occidente, que nos viene de los pensadores de la Ilustración, del siglo XVIII y que inspiraron las grandes revoluciones liberales, que nos dieron democracia."
Respecto al vínculo que Vargas Llosa tuvo con Uruguay, dijo Sanguinetti: "Él siempre fue muy hincha de la democracia uruguaya. Y también tuvo sus contradicciones, por ejemplo con (Mario) Benedetti o con los que no hicieron el pasaje hacia la libertad. La propia Universidad de la República le entregó el doctorado con oposiciones. Porque además su liberalismo pasó a ser un liberalismo combatido, liberalismo de doctrina."