21 de agosto de 2025 - 21:57 Tras la reciente decisión del gobierno uruguayo de cancelar el proyecto Neptuno y apostar por una solución pública para asegurar el abastecimiento de agua potable en el área metropolitana, el debate sobre el uso y el cuidado del agua vuelve al centro de la escena.
Más allá de las grandes obras, la atención también se dirige al consumo doméstico. Una persona promedio puede llegar a gastar entre 150 y 200 litros de agua por día.
Esta semana, el ministro de Ambiente, Edgardo Ortuño, fue citado al Parlamento para explicar una de las decisiones más relevantes de la administración actual: la cancelación del proyecto Neptuno y el impulso a la represa de Casupá. Ortuño defendió la medida frente a los legisladores, señalando que la represa, ubicada en el río Santa Lucía, permitiría producir 900.000 metros cúbicos de agua potable.
Asimismo, aseguró que el suministro esperado para el área metropolitana, actualmente en torno a 600.000 metros cúbicos diarios, podría sostenerse e incluso prever aumentos en la demanda hasta 850.000 metros cúbicos diarios hacia 2045.
La iniciativa recibió cuestionamientos de la oposición, que señaló como principal argumento que se tomaría agua de una sola fuente, situación que podría ser crítica ante una sequía. Por su parte, el Movimiento por un Uruguay Sustentable celebró la cancelación del proyecto Neptuno, pero advirtió que las nuevas iniciativas, incluida Casupá, no resuelven a corto plazo el problema del agua potable.
Además, el movimiento cuestionó la falta de consideración hacia las cañerías y las pérdidas de agua en el sistema. OSE trabaja a diario en detectar y combatir las pérdidas de agua potable, que rondan en total el 50% del agua suministrada al sistema de distribución.