23 de octubre de 2023 - 11:51 Rumania debate qué hacer con su creciente población de osos. Se trata de una tierra que tiene la mayor población de osos pardos de Europa cerca de 8.000. Aunque su apariencia puede resultar adorable, cuando salen de los bosques, generan temor y debates entre los rumanos.
Ante el aumento de los ataques el país incrementó a 220 la cuota de caza para este año, desde 140 previamente, y hay llamados para permitir matar más ejemplares de especies protegidas por una directiva de la Unión Europea.
Los osos pardos que habitan en Rumania son una subespecie de osos pardos, específicamente el Oso pardo euroasiático (Ursus Arctos Arctos). Lejos del entusiasmo de los turistas, los locales temen el aumento de avistamientos de osos.
Un oso espera que pasen coches que puedan proporcionarle comida, el 29 de septiembre de 2023, en una carretera de Covasna, Rumania.
Pueden alcanzar alturas de 1,2 metros y una longitud de más de 2 metros. Los machos adultos pueden pesar en promedio de 115 kg a más de 250 kg, mientras que las hembras adultas pueden pesar en promedio de 85 kg a 150 kg
Tienen un color muy variable de un individuo a otro, que puede variar entre el marrón muy oscuro y el dorado claro, pasando por diversas gamas de grises.
En este sentido, en total se registraron 154 ataques entre 2016 y 2021, con 158 personas heridas y 14 muertas, según las cifras más recientes, que indican la tendencia creciente.
Tienen una longitud del hocico a la base de la cola que llega a 2.5 m (8.2 ft), y una altura en la cruz de 1,30 m. Las huellas del oso pardo, grandes, anchas, y donde aparecen marcadas con claridad las fuertes uñas y los dedos, y la planta de pies y manos, son muy distintivas.
Son omnívoros y no muy exigentes cuando se trata de encontrar comida. Sus principales fuentes de alimentación son bayas, raíces, brotes y hongos, así como otros animales pequeños.
Un oso come un sándwich que le arroja un conductor que pasa, mientras otro conductor graba con su teléfono móvil, el 29 de septiembre de 2023, en una carretera de Covasna, Rumanía.
La caza deportiva de osos está prohibida desde 2016 en Rumanía y solo "personal técnico especializado" puede dispararles. El Parlamento archivó una propuesta para permitir matar casi 500 osos por año.
Barna Tanczos, el exministro del Medio Ambiente que impulsó la iniciativa, advirtió que si no matan más osos, terminarán rondando las calles de Bucarest o "bañándose en el Delta del Danubio".
El proyecto causó la ira de los ambientalistas, que temen que las cuotas sean usadas para la caza deportiva y para matar a los osos grandes y viejos que no causan problemas.
El país ha probado contenedores de basura a prueba de osos e instaló cercas eléctricas alrededor de las casas y depósitos de desechos para mantener a los osos a distancia.