17 de octubre de 2025 - 21:16 En las últimas horas hablaron los policías que intervinieron en la detención de Pablo Laurta, que había asesinado a su expareja y su exsuegra, además de matar y descuartizar a un chofer que lo trasladó. Laurta huyó de Córdoba a Gualeguaychú, en Entre Ríos, con su hijo de cinco años, a quien había secuestrado y con el que pensaba cruzar a suelo uruguayo.
Sobre las 13:00 del domingo, la policía de Gualeguaychú fue alertada desde Córdoba sobre la presencia de Pablo Laurta, que venía siendo buscado intensamente por su posible participación en los asesinatos de su expareja, Luna Giardina, y su exsuegra, Mariel Zamudio.
Su teléfono estaba intervenido, pero se mantenía apagado. Cerca de esa hora, prendió el celular y solicitó un móvil a una empresa de remises para las 15:30. Fue así que la policía de Córdoba detectó que se encontraba en un hotel en Gualeguaychú. Rápidamente, funcionarios policiales de esta ciudad rodearon el hotel y dos de ellos ingresaron vestidos de civil.
“Estábamos organizando el operativo, porque ya contábamos con la información que se encontraba en la habitación 209”, explicó uno de los policías que intervinieron en la captura.”No sabíamos en qué momento íbamos a bajar. Nos quedamos afuera y en ese momento, escasos minutos pasaron, sale la recepcionista, nos da aviso de que venía bajando la escalera y ahí procedimos”.
El funcionario también explicó que, además del objetivo de detener a Laurta, tenían como prioridad el resguardo del niño, por lo que le pidieron a la empleada del hotel que lo protegiera.
Laurta no resistió el arresto, pero uno de los policías dijo que “convulsionó”, por lo que se requirió la asistencia de personal de salud. Sin embargo, el colapso podría haberse tratado de una actuación del detenido. “Era un acting que estaba haciendo”, expresó.
Tras la detención, la policía allanó la habitación donde se hospedaba y encontró un arma.
Los policías aseguraron, además, que inmediatamente después de la detención, una funcionaria policial fue a buscar al niño para resguardarlo, algo que no se llegó a ver en las imágenes de las cámaras de seguridad.