El senador colombiano de 39 años, Miguel Uribe, es hijo de una víctima de Pablo Escobar, y treinta años después, sigue corriendo por su vida tras sufrir un atentado en medio de un mitin político.
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SUSCRIBITEEl atentado del pasado sábado contra el senador colombiano Miguel Uribe Turbay reavivó una historia de violencia que, para él, nunca se fue del todo.
El senador colombiano de 39 años, Miguel Uribe, es hijo de una víctima de Pablo Escobar, y treinta años después, sigue corriendo por su vida tras sufrir un atentado en medio de un mitin político.
Colombia convivió con el narcoterrorismo en los años 80 y 90 y el aspirante a la presidencia, que lucha por recuperarse, nació en medio de esa tormenta, y su historia lo prueba.
Su madre, Diana Turbay, fue una periodista reconocida. En 1990, fue secuestrada por órdenes de Escobar, entonces en guerra contra el Estado colombiano. El narcotraficante buscaba impedir su extradición a Estados Unidos y usó a Turbay como pieza de presión. Fue engañada con una entrevista falsa a un guerrillero. Nunca volvió.
Turbay murió durante un intento de rescate meses después, en una operación del Ejército. Su hijo Miguel tenía solo seis años. Poco tiempo después, su padre también falleció.
Miguel Uribe fue concejal de Bogotá, secretario de Gobierno y en 2022 llegó al Senado por el partido de derecha Centro Democrático.
Crítico del actual presidente Gustavo Petro, defiende el Estado de derecho y la seguridad como pilares republicanos. Sin embargo, no es un provocador nato. Su discurso ha sido institucional, sin estridencias.
Por eso, el atentado genera inquietud: ¿a quién molesta este tipo de político, moderado, sobreviviente de la violencia pero sin sed de revancha?
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