9 de enero de 2025 - 21:23 Tras el esfuerzo de Peñarol por retener a Leo Fernández, para el que, entre otras cosas, movilizará una colecta entre los hinchas y socios, surge el recuerdo de otra patriada de los manyas: la campaña de “A Morena lo traemos todos”, para repatriar al “Potrillo” en 1981.
Por ese entonces, Peñarol venía de capa caída, extrañaba los goles de Morena y veía cómo Nacional se coronaba campeón intercontinental.
Juan Pedro Damiani, expresidente aurinegro e hijo del célebre contador José Pedro, recuerda que su padre le comentó, en esos días, que estaban “por dar un gran golpe”.
“Fue una genialidad de (Washington) Cataldi”, por entonces mandamás del Carbonero, reconoce Damiani.
Es que Morena la venía rompiendo en el Valencia, y su vuelta al país parecía imposible. Sin embargo, las negociaciones se realizaban entre bambalinas y se mantenían en secreto.
De todos modos, Mario Rasso, periodista del diario El Día tuvo la primicia, que era tan descabellada que el principio no le creyeron.
Así y todo, Morena venía, pero el club no contaba con el millón de dólares que implicaba su contratación. “No es el millón de dólares de ahora”, aclara Damiani, que compara la gesta con haber repatriado a Edinsdon Cavani o a Luis Suárez en la plenitud de su carrera.
Para juntar el dinero se recurrió a una infinidad de propuestas, y la agencia de publicidad que dirigía Alberto Triunfo fue la encargada de la campaña publicitaria y el inolvidable jingle.
Se hizo una colecta, bonos, un partido con el mismísimo Valencia en el que militancia Morena, pero no se llegaba al número, hasta que Damiani, “en una lección de institucionalidad” dio el aval para poner la firma.
El resto está en la mejor historia de los aurinegros, que cortaron la racha negativa en clásicos, ganaron el Uruguayo de ese año y, al siguiente, levantaron, otra vez, la Libertadores y la Intercontinental, de la mano, cómo no, de Fernando Morena.