Biguá hizo gala de los mejores extranjeros del medio local y aprovechó a un Peñarol que no estuvo a la altura en las finales para abrochar un bicampeonato y consolidarse como el dueño del básquetbol uruguayo.
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SUSCRIBITEBiguá hizo gala de los mejores extranjeros del medio local y aprovechó a un Peñarol que no estuvo a la altura en las finales para abrochar un bicampeonato y consolidarse como el dueño del básquetbol uruguayo.
Sin embargo, uno de los detalles que llamó la atención fue extradeportivo y se dio en el tercer cuarto de la quinta final.
Parciales aurinegros lanzaron desde el tercer anillo del Antel Arena una botella de vidrio que estalló en plena cancha.
El hecho sorprendió a los jugadores de ambos clubes, que afortunadamente resultaron ilesos al igual que los árbitros del encuentro ya que el proyectil terminó cayendo a algunos metros de donde se encontraban.
Los funcionarios procedieron a limpiar la cancha inmediatamente y se advirtió, mediante altoparlantes, que el partido se suspendería si se suscitaba otro episodio del estilo.
Sin embargo, siguieron cayendo proyectiles desde las tribunas pero el encuentro continuó hasta la consagración del equipo de Villa Biarritz.
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