6 de octubre de 2025 - 08:36 El Premio Nobel de Medicina 2025 fue otorgado este lunes a los científicos estadounidenses Mary E. Brunkow y Fred Ramsdell, y al japonés Shimon Sakaguchi, por sus investigaciones sobre cómo el cuerpo controla el sistema inmunitario para evitar atacarse a sí mismo.
El Comité del Nobel destacó sus “descubrimientos sobre la tolerancia inmunitaria periférica”, un mecanismo que impide que las células de defensa destruyan tejidos propios y provoquen enfermedades autoinmunes.
El premio incluye un diploma, una medalla de oro y 11 millones de coronas suecas (unos 1,2 millones de dólares).
Los “guardianes” del sistema inmunitario
Los galardonados identificaron a las células T reguladoras, células clave que controlan otras células inmunitarias y garantizan que el organismo tolere sus propios tejidos.
El japonés Shimon Sakaguchi, investigador de la Universidad de Osaka, abrió el campo en 1995 al descubrir que la tolerancia inmunológica no dependía únicamente del timo —órgano donde se eliminan células peligrosas— sino también de un tipo de células inmunitarias hasta entonces desconocido.
El papel del gen Foxp3
En 2001, Brunkow y Ramsdell hallaron que una mutación en el gen Foxp3 provocaba enfermedades autoinmunes graves en ratones, un descubrimiento que luego se confirmó en humanos con el síndrome IPEX.
Dos años más tarde, Sakaguchi demostró que Foxp3 regula el desarrollo de las células T reguladoras, uniendo sus hallazgos con los de sus colegas estadounidenses.
Impacto y futuro
“El premio de este año trata sobre cómo controlamos nuestro sistema inmunitario para poder combatir todos los microbios imaginables sin provocar enfermedades autoinmunes”, explicó Marie Wahren-Herlenius, profesora del Instituto Karolinska.
El comité del Nobel señaló que estos descubrimientos “sentaron las bases de un nuevo campo de investigación y permitieron el desarrollo de tratamientos innovadores para el cáncer y las enfermedades autoinmunes”.
Hoy, Brunkow trabaja en el Institute for Systems Biology de Seattle, y Ramsdell en la empresa Sonoma Biotherapeutics de San Francisco.
En la edición anterior, el Nobel de Medicina había sido otorgado a Victor Ambros y Gary Ruvkun por el descubrimiento del microARN, una molécula clave en la regulación genética.
Con información de AFP.