4 de abril de 2024 - 10:31 El primer faro del Río de la Plata fue la Farola del Cerro, ubicada en el Cerro de Montevideo. Fue construido en 1802, tras orden real dictada en San Ildefonso el 30 de septiembre de 1799, que ordenaba la construcción de un faro en el Cerro de Montevideo.
A pesar de la renuencia del Consulado de Buenos Aires a emprender el proyecto, los persistentes esfuerzos de los comerciantes de Montevideo llevaron a la construcción del faro, lo que benefició enormemente al comercio de la ciudad.
El faro estaba inicialmente equipado con 20 lámparas de aceite y tenía un alcance de 30 millas náuticas. En 1818 se instaló un nuevo sistema, diseñado por el cura José Arrieta, que permitía girar el faro mediante cuerdas y sustituía la grasa de potro por aceite para las velas.
En 1836 hubo que construir un nuevo faro porque el original fue destruido por un rayo. El faro continuó funcionando regularmente hasta que fue destruido por un ataque a la fortaleza por parte de fuerzas del ejército sitiador de Montevideo durante la Guerra Grande el 6 de junio de 1843.
Sobre la antigua torre del primero se construyó un nuevo faro y se encendió en la noche del 16 de julio de 1852. El sistema giraba alrededor de un eje vertical, impulsado por un rústico mecanismo de relojería y la duración del eclipse fue de dos minutos. El faro tenía una intensidad luminosa de 258.000 candelas y emitía tres destellos cada diez segundos.