En un punto lindante con la Franja de Gaza reina ahora el silencio, tras dieciséis días de efervescencia y organización en la principal posición de infantería israelí. Un silencio anormal y característico de la espera.
google.com, pub-8304629578620958, DIRECT, f08c47fec0942fa0
Para continuar, suscribite a Telenoche. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.
SUSCRIBITEEn un punto lindante con la Franja de Gaza reina ahora el silencio, tras dieciséis días de efervescencia y organización en la principal posición de infantería israelí. Un silencio anormal y característico de la espera.
Esta zona arenosa en medio de campos es ahora un estacionamiento para cerca de 500 vehículos blindados y tanques Merkava del ejército terrestre israelí.
Los soldados israelíes de estas unidades se ocupan principalmente del mantenimiento interior y exterior de las máquinas. En una zona separada se instaló una estación de agua y gasolina.
La totalidad de esta primera línea está protegida por una inmensa trinchera de dos kilómetros de largo, cavada por la ingeniería militar, una de las unidades más cruciales de la operación israelí. Es la que prepara el terreno para la incursión.
"La ingeniería militar es indispensable, sin nosotros, nadie entra en Gaza", explicó un soldado de la unidad 601 del cuerpo de ingeniería militar.
"Hay muchos obstáculos, el enemigo lanza cohetes y otras cosas que no puedo detallar, para impedir que avancemos", explicó.
El Estado Mayor afirmó estar listo para una incursión terrestre, la próxima fase de la operación militar israelí que busca aniquilar el movimiento islamista palestino Hamás tras sus ataques del 7 de octubre en Israel, que dejaron más de 1.400 muertos, según el ejército.
Durante la incursión del grupo islamista, las milicias también tomaron más de 220 personas como rehenes.
La decisión está ahora en manos del gobierno y de Estados Unidos, férreo aliado de Israel. Pero mientras tanto, el ejército se prepara. La última incursión terrestre remonta a 2014.
Google ya desactivó tras una petición de las autoridades israelíes las funciones de navegación de Google Map y Waze en toda la zona militarizada del sur, vedada a los civiles, así como en Gaza.
Para llegar a la base de Tze'elim, la mayor del sur del país, situada cerca de Beersheva, basta con seguir el atasco.
A lo largo de varios kilómetros, autobuses turísticos, vehículos, tanques y jeeps del ejército forman un interminable convoy hasta la entrada de esta base de entrenamiento, una auténtica ciudad secreta en medio del desierto.
Tze'elim alberga una réplica de algunos barrios de Gaza, con mezquita y minarete incluidos, usados para simulaciones de combate urbano.
Los militares calculan que actualmente hay varias "decenas de miles" de unidades en la base. El ejército llamó a filas a 360.000 combatientes y tiene 169.500 soldados contratados o en servicio militar.
Los familiares de los convocados llegan para ofrecerles comida o comparten un pequeño rato con ellos, sentados en sillas a lo largo de la carretera.
A lo lejos, los bombardeos israelíes golpean Gaza sin cesar, en respuesta al ataque del 7 de octubre. Más de 5.700 palestinos, en su mayoría civiles, murieron en los bombardeos, según el Ministerio de Salud de Hamás, que gobierna el territorio palestino. AFP
Suscríbete y recibe todas las mañanas en tu correo lo más importante sobre Uruguay y el mundo.
SUSCRÍBETE