25 de julio de 2024 - 08:35 El gobierno de Nueva Zelanda confirmó que cerca de 200.000 ciudadanos neozelandeses vivieron en centros de acogida sufrieron abusos durante décadas tras un informe que llevó seis años de investigación que describe malos tratos generalizados en instituciones estatales y religiosas. El primer ministro del país oceánico, Christopher Mark Luxon, admitió que la publicación del informe representa un “día oscuro y triste en la historia de Nueva Zelanda".
La Comisión encargada del informe descubrió que de los 655.000 niños, jóvenes y adultos que se calcula que han estado en estas estructuras entre 1950 y 2019, al menos unos 200.000 sufrieron abusos y un número aún mayor, padecieron negligencias.
Algunos niños fueron sometidos a terapia electroconvulsiva, mientras que otros denunciaron abusos sexuales por parte de funcionarios eclesiásticos. Jóvenes madres dijeron también que se les obligó a dar a sus hijos en adopción.
El informe subraya además que algunos de los abusos estaban "impregnados de racismo" contra las personas de etnia maorí que se encontraban bajo tutela.
Durante la investigación, decenas de víctimas relataron los abusos físicos, sexuales y mentales a los que fueron sometidos en orfanatos, centros de acogida, hospitales psiquiátricos y otras instituciones.
“No puedo quitarles su dolor, pero puedo decirles esto: los escuchamos y les creemos. Muchas de sus historias son horribles y desgarradoras. Es doloroso leerlas, pero no tanto como soportarlas. Se suponía que el Estado debía cuidar de ustedes, pero en lugar de eso, muchos de ustedes fueron sometidos a los más horrendos abusos físicos, emocionales, mentales y sexuales”, expresó el mandatario.
Con información de AFP.