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SUSCRIBITEAl exfutbolista Juan Eduardo Hohberg se le paralizó el corazón por un instante en la Copa Mundial de 1954 en Suiza, después de convertir un gol decisivo para la selección uruguaya, pero pese a lo ocurrido volvió a la cancha. Hasta el día de hoy no se sabe qué le pasó.
Nació en Argentina, jugó primero en Central Córdoba y luego en Rosario Central y desde allí, al final de la década del 40, emprendió vuelo para llegar al fútbol uruguayo, pensó que iba a Nacional, pero en el viaje se enteró que su destino era Peñarol.
Fue parte del equipo mirasol de 1949, esa capacidad ofensiva, aquel entenderse casi que de ojos cerrados, hizo que muchos pensaran que aquel quinteto se vistiera de Celeste para el Mundial de 1950, pero no pudo ser. La reglamentación requerida para que Hohberg jugara por la selección uruguaya no llegó a tiempo.
Para el Mundial de 1954 en Suiza, el "Verdugo", como le decían, estaba habilitado para competir por Uruguay.
Lesionado Julio Pérez, el puesto lo disputó con Javier Ambrois quien para el inicio de la Copa se quedó con la titularidad.
Hohberg ingresó a jugar en la semifinal ante Hungría, Uruguay iba perdiendo 2 a 0 pero el argentino, casi uruguayo, marcó dos goles y logró empatarlo. Luego de festejar el segundo tanto, el "Verdugo" se desplomó. ¿Qué le pasó? ¿Pudo ser un infarto? La información es escasa.
El director del Centro Médico Deportivo, José Veloso, dijo a Telenoche que "si la causa pudo haber sido un infarto llama poderosamente la atención la rápida recuperación, el cuerpo estaba en exigencia cuando ocurre el cuadro, pero también tenemos que retrotraernos a la época: evaluaciones médicas mínimas".
Agregó que "haciendo un repaso pudo haber sido un síncope transitorio con pérdida de conocimiento que su buen estado físico le permitió recuperar y volver".
El partido ante Hungría fue a un alargue y, aunque parezca mentira, Hohberg, en tiempos en que los cambios no estaban autorizados, volvió a la cancha para no dejar al equipo en inferioridad numérica. En tiempo suplementario Hungría ganó 4 a 2. Todos los futbolistas lo dejaron todo, uno casi hasta su vida, pero no alcanzó.
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