15 de junio de 2023 - 09:07 En una semana cruzando el Atlántico en Bake Off Uruguay, el gran pastelero, los participantes dieron lo mejor de sí ante las solicitudes del jurado para avanzar hacia la Gran Final. Dos desafíos con temática geo cultural llevaron a los participantes al límite, dando una de las semanas que más dificultó que llegaran a buenos resultados.
Primera capa: receta de un jurado
El lunes trajo al desafío técnico y con una dificultad extra: deberían seguir una receta de Rose. Para el desafío, los participantes tuvieron que replicar un Baklava con masa filo y pistachos tostados. Muchos de los participantes manifestaron no conocer la receta, así como otros ni siquiera la habían probado. Por otra parte, tanto Sylvia como Ekaterina sonrieron con la noticia, ya que era una receta habitual en sus hogares.
Los expertos dieron especial importancia a la diferencia entre una masa crujiente y una crocante, detallando que esperaban la primera. Destacaron que la masa debía ser traslucida: “Deben poder leer la receta a través de la masa”, aclararon. Para este desafío los participantes contaron con 75 minutos. Cathy, la pastelera estrella de la semana anterior, contó con el beneficio de empezar el desafío con todos los ingredientes medidos y pesados.
Mientras las preparaciones empezaban a intentar acercarse al Baklava, Jime se acercó a las mesadas en busca de historias y sonrisas de los pasteleros. Entre otras cosas, habló con Jimena sobre su cábala de ir a tomarse el ómnibus hacia la carpa acompañada de sus padres, rito que empezó cuando retornó luego del repechaje. Por otra parte, aprovechó para hablar con Claudia sobre cómo iba a ser su pastelería y qué nombre le pondría, aunque las ideas de Jime no le cerraron a Clau.
Las dificultades que más se impusieron ante los participantes fueron el clarificado de la manteca para darle brillo y lograr que las capas de la masa queden traslúcidas sin pegarse. Pero el enemigo de cada semana se volvió a hacer presente: todos los participantes se quejaron de que algunos de los pasos requerían de demasiado tiempo.
Como ironía y muestra de que la carpa es un sube y baja constante, dos de las participantes que entraron por repechaje -Sylvia y Jimena- lograron los mejores resultados, mientras que el baklava menos logrado fue el hecho por Cathy, la pastelera estrella.
La originalidad para brillar con ingredientes poco brillantes
El miércoles llegó con el desafío creativo que iba a poner a todos a dar su máximo, luego de un técnico con pocos resultados resaltados. Para esta instancia, los pasteleros tuvieron que hacer una preparación utilizando a la sémola como ingrediente principal y con formato de budín. Nuevamente, la sorpresa de los participantes resaltó al decir que nunca habían utilizado el ingrediente para cocinar.
Los expertos dieron énfasis a aprovechar la textura del cereal, así como al ingenio al pensar el sabor extra que acompañaría a la sémola. Pidieron que se inspiraran mucho en la decoración, y que no dejaran lugar a decoraciones básicas. Que le den mucho pienso hasta el plato en el que presentarían.
Desde champagne hasta salsa picante fueron los encargados de acompañar al cereal de los participantes, al tiempo que lo jueces recorrían las mesadas para hacer recomendaciones de cambios y corregir en el uso de los utensilios correctos.
Cathy admitió estar con una mezcla de sensaciones y sentimientos muy grande: haber quedado última en el desafío anterior la dejó en jaque y sabía que estaba obligada a brillar. EN el momento del desmolde del budín confesó “Tengo el corazón en la boca”. Para su suerte, salió completo.
En el momento de las devoluciones, los jueces dijeron, a la mayoría de los participantes, que los sabores estaban muy tímidos, además de que muchas presentaciones no estaban vistosas y algunos budines no representaban a quienes lo habían cocinado.
Delantal azul soñado y eliminación dolorosa para todo el grupo
Previo a la selección del mejor pastelero de la semana, los expertos confesaron estar decepcionados del nivel mostrado en esta semana por el grupo en general, y les dijeron que, a esta altura de la competencia, esperan mucho más de ellos. Los candidatos al delantal azul fueron los únicos pasteleros que no fueron incluidos en el rezongo anterior: Federico y Sylvia. A ambos les destacaron que se mantuvieran fieles a sus estilos e intentando innovar y mejorar en sus mayores falencias. Por primera vez en la temporada, el delantal se lo quedó Sylvia. “Soñaba con este momento, pero nunca pensé que se pudiera dar”, contó Sylvia entre risas.
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Pero como la carpa es de subidas y bajadas, también llegó el momento más duro. El jurado les pidió que pasaran al frente a Cathy y Claudia. Abrazadas y ambas entre lágrimas, confesaron que les dolía mucho estar juntas en esa situación, dada su amistad. Claudia confesó que prefería irse ella, ya que admiraba el talento de Cathy. Luego de unas palabras de agradecimiento de ambas participantes y que los jueces les explicaran por qué se encontraban en esa situación, Jime anunció que esta semana le tocaría a Claudia abandonar la carpa.
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Los jueces la felicitaron por su pasión y por su proceso en la carpa de Bake Off, al tiempo que ella aprovechó para agradecer a su familia y amigas, así como a sus compañeros participantes y al jurado. Luego de dejar su objeto especial para sus compañeros, todos la despidieron con un aplauso y abrazos.