Peñarol se olvidó de jugar y no pudo ganar ante el último

El equipo de Mauricio Larriera repitió la pobre actuación que lo llevó a esta irregularidad y ni la victoria agónica ante Liverpool ni el triunfo ante Olimpia de Paraguay por Copa Libertadores le dieron la inyección anímica necesaria para ir a buscar el resultado cuando las cosas no salían.

Peñarol falló en todo ante un Cerrito combativo, pragmático y que, en la pobreza del juego, hasta tuvo oportunidades de anotar en el arco defendido por Kevin Dawson.

Fue tan pobre el partido en el primer tiempo que lo único que alteró la paz en el Estadio Centenario fueron los proyectiles que hinchas de Cerrito y Peñarol se tiraron mutuamente de una tribuna a la otra. En la cancha, nada de nada.

En el complemento Peñarol salió con otro tono, es justo decirlo, pero ni el fútbol que aporta Federico Carrizo ni la intensidad de siempre de Ignacio Laquintana estuvieron sobre el césped del Estadio Centenario.

Peñarol en el segundo tiempo fue pura fuerza bruta ante un Cerrito que leyó el partido, se refugió en su área y se dedicó a jugar al frontón para repeler cualquier pelota que cayera cerca del arco que defendió Kevin Larrea.

Apenas una volea de Lucas Viatri, que había ingresado para intentar cambiar la historia, hizo que Larrea tuviera una volada magnífica para evitar la caída de su arco.

Fue la única chance real de gol de Peñarol, un equipo que dejó el fútbol en Los Aromos, que comienza a despedirse del Torneo Apertura y que le dio una bocanada de oxígeno a un Cerrito que está al borde del CTI.