La expedición "Uruguay Sub 200" volvió a registrar un episodio inesperado durante la transmisión en vivo de este sábado desde el Cañón Submarino de José Ignacio: una botella llena de vida.
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SUSCRIBITEEn la expedición Uruguay Sub 200, el robot SuBastian recogió una botella cubierta de vida marina en el Cañón de José Ignacio.
La expedición "Uruguay Sub 200" volvió a registrar un episodio inesperado durante la transmisión en vivo de este sábado desde el Cañón Submarino de José Ignacio: una botella llena de vida.
Tras el sorprendente escape de un erizo de mar, los científicos a bordo detectaron a lo lejos una silueta peculiar. Al acercarse con el robot SuBastian, comprobaron que se trataba de una botella de vidrio a 2341 metros de profundidad, convertida en un verdadero microecosistema.
El objeto estaba recubierto por organismos marinos y en su interior albergaba pequeñas anémonas, generando asombro entre la tripulación. Entre risas, los investigadores denominaron el hallazgo como un “abotelloide” o incluso, en tono de broma, “Botelloide Joseignasioe”, como si se tratara de una nueva especie descubierta en el fondo oceánico.
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