13 de agosto de 2024 - 21:16 La intolerancia a la lactosa es una de las condiciones más comunes a nivel global, que afecta al 80% de la población mundial. A pesar de su prevalencia, muchas personas desconocen que padecen esta afección o no comprenden completamente cómo impacta su salud y bienestar diario.
Esta incapacidad para digerir adecuadamente la lactosa, un azúcar presente en la leche y sus derivados, se manifiesta a través de síntomas molestos que pueden impactar significativamente la calidad de vida.
En Uruguay, la cultura alimentaria está fuertemente vinculada al consumo de productos lácteos. El país tiene una larga tradición lechera, y los productos como el dulce de leche, los quesos y el yogur son fundamentales en la dieta diaria. Sin embargo, para un número significativo de uruguayos, estos alimentos pueden ser fuente de molestias.
Se estima que entre un 20% de la población uruguaya sufre de algún grado de intolerancia a la lactosa, una cifra que podría ser mayor si se considera a quienes aún no han sido diagnosticados.
Diagnóstico y concientización
El diagnóstico de la intolerancia a la lactosa en Uruguay aún enfrenta ciertos desafíos. Muchas personas atribuyen los síntomas como hinchazón, diarrea, y malestar estomacal a otras causas, como el estrés o las infecciones gastrointestinales, y no consideran la posibilidad de una intolerancia alimentaria.
Sin embargo, la concientización está en aumento, gracias a la información disponible en medios de comunicación y a las campañas de salud pública que promueven la consulta médica ante síntomas persistentes. Los médicos en Uruguay suelen realizar pruebas como la de aliento con hidrógeno para confirmar la intolerancia, lo que ha llevado a un incremento en los diagnósticos.
Cambios en la dieta y en la cultura
La intolerancia a la lactosa también está impulsando cambios en la cultura alimentaria uruguaya. Las personas están más conscientes de la necesidad de adaptar su dieta para evitar síntomas molestos, lo que ha llevado a una mayor aceptación y demanda de productos sin lactosa.
Además, la creciente influencia de tendencias de alimentación saludable ha hecho que más uruguayos opten por reducir su consumo de lácteos, independientemente de si tienen intolerancia o no.
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