Los alumnos de una escuela de Libertad, en San José, recibieron una invitación muy especial: los tripulantes del Greg Mortimer los convocaron a recorrer el barco para devolverles un gesto que los pequeños tuvieron en el peor momento de la pandemia.
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SUSCRIBITELos alumnos de una escuela de Libertad, en San José, recibieron una invitación muy especial: los tripulantes del Greg Mortimer los convocaron a recorrer el barco para devolverles un gesto que los pequeños tuvieron en el peor momento de la pandemia.
Todo ocurrió en 2020, cuando el crucero era rechazado por las principales ciudades puerto del mundo. Montevideo le abrió sus puertas y corredor sanitario mediante logró evacuar turistas y tripulantes afectados por el coronavirus. En el peor momento y en medio de la incertidumbre, los extranjeros recibieron una voz de aliento, que llegó desde el nivel 5 de una escuela en San José.
Los niños grabaron un video con frases motivacionales y le pidieron a los tripulantes no rendirse ante la adversidad. Dos años después la empresa devolvió el gesto y envió a la escuela una invitación formal para recorrer el barco y compartir un almuerzo. Los chiquilines terminaron locos de la vida y Telenoche fue testigo de la experiencia.
Después de dos años, los pasajeros del Greg Mortimer retornaron a Uruguay y esta vez, pudieron conocer la ciudad de Montevideo.
Unos 45 pasajeros decidieron volver y retomar el viaje que quedó trunco por la pandemia. La compañía a cargo del buque les ofreció iniciar el recorrido en Montevideo, una parada que no estaba incluida en la ruta, y no lo dudaron.
Los pasajeros, en su mayoría australianos, querían volver para agradecerle a Uruguay por lo realizado durante la pandemia.
“La empresa sugirió volver y pensamos que sería una gran idea volver y decirle gracias a Montevideo”, indicó a Telenoche una de las pasajeras.
El buque llamó la atención del mundo al quedar varado a 20 kilómetros de Montevideo en mayo de 2020 con el 70% de sus ocupantes con COVID-19. Uruguay permitió que el barco parara en el Puerto de Montevideo y que personal de salud ingresara a la embarcación para atender a las personas afectadas por el virus.
“Creemos que las enfermeras que vinieron y nos trataron fueron muy valientes porque no había vacuna”, recordó uno de los hombres que estuvo a bordo de la embarcación en ese momento.
“El trato que recibimos desde el gobierno y el personal de salud fue fantástico”, agregó otro.
Para acceder a los alimentos los proveedores debían dejar la comida afuera y retirarse sin mantener contacto con ningún tripulante.
Se estableció un corredor sanitario para llevar a las personas a hoteles donde realizaron una cuarentena antes de retornar a su país. En los operativos de traslado al Aeropuerto de Carrasco, muchos uruguayos salieron a la calle para saludarlos y despedirlos.
Un momento que los pasajeros recuerdan con mucha emoción. “Los edificios estaban iluminados, la gente salió a saludarnos y eso fue durante la medianoche. Fue realmente increíble y muy emocionante para nosotros”, recordó uno de ellos.
Ahora, en una situación muy distinta a la que vivieron en 2020, tuvieron la oportunidad de pasear por Montevideo y destacaron la amabilidad de la gente y la buena comida, especialmente la carne.
Ahora los pasajeros continuarán el recorrido y el martes dejarán Montevideo para visitar las Islas Malvinas y la Antártida.
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