10 de octubre de 2025 - 14:08 La jueza Marcela Vargas determinó el jueves la extensión de la prisión preventiva para Sebastián Mauvezin y Gustavo Penadés. Según trascendió, la jueza vio que el exsenador intimidó a un testigo estando en audiencia, y basó su resolución en que, siendo capaz de esto ante la Justicia, pensó en lo que podría hacer con los 54 citados en la causa en caso de recibir arresto domiciliario.
Soledad Suárez, abogada de las víctimas del exsenador, señaló que “la defensa estuvo centrada en plantear la exhibición de poder que hace constantemente y resulta intimidatorio y preocupante”. Agregó, además, que “él actúa” desde el poder, y “casi naturalmente, los demás se ponen en un lugar de inferioridad y naturalizan conductas que van en contra de protocolos”.
Suárez recordó que “el año pasado vino una vez de cordones.Ahora se levanta, se acerca a un testigo y esto ameritó que la jueza lo tomara en cuenta al fundar su decisión”.
Por su parte, Laura Robatto, abogada de Penadés, sostuvo que “fundamentar la extensión de una medida cautelar en que Penadés come y puede dar comida… ¡Yo también! Yo también lo hago, porque estamos diez horas. Escuché decir que Penadés tiene poder… ¿Qué poder tiene Penadés? Si tuviera poder no estaba en esta situación”, apuntó.
En cuanto a que el exsenador haya saludado a un testigo, algo que fue considerado por la jueza como un acto intimidatorio, Robatto dijo que “las costumbres que uno trae, la educación que uno trae, no van a cambiar porque uno esté privado de libertad. Él saluda a todo el mundo: saluda cuando entra, cuando sale, saluda a la jueza, a todo el mundo. Si esto no era correcto nos hubieran advertido hace dos años. Esa es mi indignación”.