Las autoridades seguían buscando víctimas y limpiando calles llenas todavía de barro y escombros en la región española de Valencia, una semana después de las devastadoras inundaciones que dejaron 218 muertos.
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SUSCRIBITESe espera que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anuncie una serie de medidas para las zonas devastadas tras el consejo de ministros de este martes, según avanzan los medios españoles.
Las autoridades seguían buscando víctimas y limpiando calles llenas todavía de barro y escombros en la región española de Valencia, una semana después de las devastadoras inundaciones que dejaron 218 muertos.
Como todos los días después de la catástrofe provocada el martes pasado por tormentosas lluvias -en algunos lugares cayó en horas lo que llueve en un año-, un ejército de voluntarios con palas y baldes llegan a esta y otras zonas devastadas para ayudar en la limpieza.
Para retirar los vehículos apilados por la fuerza de las riadas se necesitan equipos profesionales. Mientras, los juzgados ya han autorizado la entrega de "cerca de medio centenar de cadáveres" de los fallecidos a sus familiares
Para hacer frente al enorme costo de la catástrofe, el Gobierno regional de Valencia ya dispuso 250 millones de euros (270 millones de dólares), con exenciones fiscales y compensaciones, y el Parlamento validó el martes una ayuda directa de 30 millones de euros (32 millones de dólares) para las personas afectadas.
Se espera que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anuncie una serie de medidas para las zonas devastadas tras el consejo de ministros de este martes, según avanzan los medios españoles. Anunció este martes un primer paquete de 10.600 millones de euros (11.550 millones de dólares) para ayudar a las personas afectadas y a la reconstrucción de las zonas devastadas por las inundaciones.
El domingo pasado, una comitiva con los reyes de España, Sánchez, y el presidente regional de Valencia, Carlos Mazón, fue recibida en Paiporta con gritos de "asesinos" y con lanzamiento de bolas de barro, palos y otros objetos.
Actualmente, la prioridad sigue siendo aún la localización de los desaparecidos, cuyo número exacto no ha sido comunicado. Las operaciones se centran en estacionamientos y construcciones subterráneas, que se inundaron completamente y todavía no han sido del todo inspeccionados.
La Unidad Militar de Emergencias (UME), un cuerpo que actúa ante catástrofes, instaló numerosas bombas para achicar el agua. Los buzos lograron entrar el lunes en el estacionamiento subterráneo de un gran centro comercial en Aldaia, una localidad de 31.000 habitantes en las afueras de Valencia. Hasta ahora, las autoridades no han recuperado ningún cadáver.
Con información de AFP.
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