20 de agosto de 2022 - 18:29 En la última década Uruguay encaró una transformación de su matriz eléctrica, que de la mano de generadores privados, la energía eólica y en menor medida la biomasa y solar, ganaron peso en el sistema suplantando a la térmica a base de derivados del petróleo.
Esta revolución, ¿debería traducirse en una tarifa más barata? ¿La tarifa eléctrica en Uruguay es la más cara de la región? ¿Por qué? Esta y otras preguntas intentó responder el periodista Fabián Tiscornia en este informe de Otra Mirada sobre la matriz eléctrica.
La principal fuente de abastecimiento de energía eléctrica en Uruguay en las últimas siete décadas fue la hidroeléctrica. El país cuenta con tres represas sobre el río Negro, la Rincón del Bonete inaugurada el 21 de diciembre de 1945, la Rincón de Baygorria inaugurada el 8 de julio de 1960 y la Central Constitución o Palmar inaugurada el 21 de diciembre de 1981.
Estas tres suman 570 megavatios de potencia. Además está la represa binacional de Salto Grande inaugurada el 21 de junio de 1979, que cuenta con 1.890 megavatios de potencia, de los que la mitad le corresponden a Uruguay.
También tiene la central térmica La Tablada inaugurada en 1992 con una potencia de 200 megavatios, la central Punta del Tigre A inaugurada en 2006 con potencia de 300 megavatios y la central Punta del Tigre B, de ciclo combinado, inaugurada en noviembre de 2019 con una potencia de 532 megavatios.
Pero, desde el 2010 en adelante, empezó la llamada revolución energética, con la incorporación de otras fuentes de energía distintas a la hidroeléctrica y la térmica, y por primera vez con privados generando energía para venderle a UTE.
Tal como consignó Otra Mirada, Uruguay pasó a ser el segundo país del mundo en generación eólica y solar en relación al total de energía eléctrica generada, por detrás de Dinamarca y se posicionó para el mundo que se viene, con menores emisiones de carbono, generando prácticamente toda su electricidad con energías limpias.
El paso siguiente es poder aprovechar esa abundancia energética para cambiar la matriz en el transporte mediante la apuesta a la electrificación y al hidrógeno verde, y por qué no, con mejoras en lo que pagan los uruguayos por la electricidad.
Vea el informe de Fabián Tiscornia en Otra Mirada.