25 de diciembre de 2025 - 14:50 Para muchas personas, las fiestas tradicionales no se viven desde la celebración sino desde la soledad, el duelo o el cansancio emocional. Especialistas en salud mental advierten que la Navidad suele estar atravesada por una fuerte presión social que puede generar malestar, especialmente cuando no se encaja en la imagen de felicidad esperada.
La psicóloga Lucía Santa Cruz señaló que durante estas fechas “terminamos forzándonos a estar de una manera que seguramente nos va a generar algún tipo de malestar”, y remarcó que no es necesario exigirse bienestar pleno en un contexto que también tiene una fuerte carga comercial y emocional.
"Aceptar la realidad personal"
Respecto a quienes pasan las fiestas en soledad, la especialista sostuvo que no siempre es necesario dar explicaciones al entorno. En ese sentido, recomendó centrarse en la propia vivencia y aceptar la realidad personal: reconocer cómo se está y hacer lo posible por atravesar la fecha de la mejor manera. También planteó que elegir pasar las fiestas con personas distintas a las habituales es una decisión válida y que debería ser respetada.
Santa Cruz se refirió además a los balances de fin de año, frecuentes en diciembre, y alertó sobre los riesgos de la comparación. Indicó que contrastar el propio recorrido con el de otras personas suele generar frustración, en particular a partir de lo que se muestra en redes sociales, donde no siempre se refleja la realidad completa. “Comienza otro año y hay trescientos sesenta y cinco días para tener más oportunidades”, señaló.
El impacto del duelo durante las fiestas
La psicóloga explicó que las pérdidas suelen sentirse con mayor intensidad en estas fechas y recordó que los duelos no tienen plazos ni calendarios. Para acompañar a personas en duelo, recomendó preguntar qué necesitan, evitar presiones y permitir que la ausencia pueda ser nombrada. También sugirió crear pequeños rituales o recordar anécdotas familiares como forma de mantener presente a la persona fallecida.
Finalmente, se mencionaron otros duelos menos visibles, como separaciones de pareja o amistades, que también pueden intensificarse durante las fiestas. Desde la mirada profesional, se subrayó que cada persona vive estas experiencias de manera distinta y que el acompañamiento debe adaptarse al dolor particular de cada caso.