En los primeros tiempos del fútbol los jugadores no tenían número. Eran wings, entrealas, “centro forwards”.
Para continuar, suscribite a Telenoche. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.
SUSCRIBITEEl primer futbolista en llevar la 5 en la Celeste fue el Negro Jefe, y Álvaro Gutiérrez reflexiona sobre la personalidad de quienes llevan ese dorsal.
En los primeros tiempos del fútbol los jugadores no tenían número. Eran wings, entrealas, “centro forwards”.
Los números aparecieron por primera vez en la selección uruguaya en un amistoso organizado por Círculo de Periodistas Deportivos del Uruguay, en mayo de 1948, en el Estadio Centenario y ante Argentina, pero en esa ocasión, tanto la numeración como el orden, poco tenían que ver con lo que luego se volvería una costumbre.
Oficialmente, los dorsales debutaron ante Paraguay el 30 de abril de 1950. En esa oportunidad fue victoria para los guaraníes por 3 a 2, y el 5 en la espalda lo llevó Obdulio Jacinto Varela. Meses después, el Negro Jefe, con el 5, sería el capitán encargado de alzar la Jules Rimet en un silenciado Maracaná.
“El número 5, para Uruguay, tiene una connotación diferente a los otros números. El fútbol uruguayo se identifica por eso, por las características de ese momento del número 5”, dice Álvaro Gutiérrez, que de gurí quería ser jugador de fútbol, “nada más”, y que, años después de la gesta en Río, lució el mismo número.
“En aquella época, el número 5 era el que marcaba la personalidad del equipo: si el 5 andaba bien, el equipo andaba bien”. Tal vez porque Obdulio fue fue el primer 5, llevarlo en la camiseta se volvió una responsabilidad.
Aún después, cuando Pelé convirtió al 10 en sinónimo de calidad, el 5 siguió siendo, para los uruguayos, una marca de su idiosincrasia.
“Me identificaba mucho con el 5 por las características de ese número en el fútbol uruguayo: un jugador que tiene que contagiar, que tiene que ser patrón en su área, que tiene que ser el equilibrio. Traté de hacerlo y creo que me salió bien”, cuenta Gutiérrez, que nunca soñó con jugar en la selección y sin embargo llegó. El también levantó un trofeo, la Copa América, y también frente a Brasil. Esa final de Copa disputada en el Centenario la recuerda como su mejor partido con la Celeste. Y con el 5 en la espalda.
Suscríbete y recibe todas las mañanas en tu correo lo más importante sobre Uruguay y el mundo.
SUSCRÍBETE