Un reciente hallazgo de la NASA ha capturado la atención de la comunidad científica y los aficionados a la astronomía: se trata de un agujero negro que, de manera asombrosa, ha sido observado devorando estrellas cercanas.
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SUSCRIBITEEl agujero negro está ubicado a unos 250 millones de años luz de la Tierra, ha permitido a los astrónomos estudiar en tiempo real cómo la estrella es destrozada y absorbida.
Un reciente hallazgo de la NASA ha capturado la atención de la comunidad científica y los aficionados a la astronomía: se trata de un agujero negro que, de manera asombrosa, ha sido observado devorando estrellas cercanas.
Este fenómeno cósmico, conocido como "evento de disrupción de marea", ocurre cuando una estrella se aproxima demasiado a un agujero negro y es destruida por las fuerzas gravitatorias extremas.
El agujero negro en cuestión, ubicado a unos 250 millones de años luz de la Tierra, ha permitido a los astrónomos estudiar en tiempo real cómo la estrella es destrozada y absorbida. Estos eventos, aunque relativamente raros, son clave para comprender mejor la naturaleza de los agujeros negros y los procesos que ocurren en sus proximidades.
Durante el proceso de disrupción, parte del material de la estrella es tragado por el agujero negro, mientras que otra parte es expulsada a gran velocidad, formando lo que se conoce como un "chorro relativista". Estos chorros de energía son observables desde la Tierra, lo que permite a los científicos recopilar valiosa información sobre estos eventos.
Este descubrimiento es especialmente importante porque proporciona nuevas pistas sobre cómo interactúan los agujeros negros con su entorno y cómo afectan a las galaxias que los albergan. Además, arroja luz sobre la forma en que los agujeros negros crecen al absorber materia y cómo estos procesos influyen en la evolución del universo.
La NASA ha destacado que, si bien los agujeros negros son invisibles por naturaleza, estos eventos catastróficos, como el que ahora están observando, permiten detectarlos y estudiarlos gracias a la intensa radiación que emiten al devorar estrellas.
Este fenómeno es una recordatoria impresionante de la inmensidad y los misterios del universo, y abre la puerta a futuras investigaciones sobre la naturaleza de los agujeros negros y su rol en el cosmos.
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