8 de marzo de 2022 - 16:35 La Amazonía se está acercando más rápido de lo esperado a un punto de inflexión a causa del calentamiento global y la deforestación, lo que podría transformar el mayor bosque tropical del mundo en una sabana, afirma una investigación de la revista Nature Climate Change.
Un grupo de investigadores analizó 25 años de datos satelitales para evaluar la resistencia de la selva amazónica a eventos traumáticos como incendios y sequías.
El hallazgo, alarmante, muestra que este indicador clave de la salud general del ecosistema amazónico disminuyó en más de 75% de su superficie. Además, la capacidad de recuperación de las zonas más afectadas también disminuyó hasta un 50%, especialmente zonas cerca de actividades humanas o afectadas por la sequía, explica a la AFP Tim Lenton, de la Universidad británica de Exeter, coautor del estudio.
Según las simulaciones, el calentamiento global por sí solo podría empujar a la selva amazónica hacia una transformación irreversible en sabana. El último informe de los expertos en clima de la ONU, el IPCC, publicado hace una semana, volvió a advertir de esta posibilidad, que según algunas previsiones podría empezar en 2050.
Interacciones
"Pero obviamente no es solo el calentamiento global, la gente está cortando o quemando el bosque, que es un segundo punto de presión", continúa Lenton. "Estos dos factores interactúan, por lo que se teme que la transición se produzca incluso antes", agrega.
Además de la Amazonía, sistemas tan importantes para el equilibrio del planeta como las capas de hielo, el "permafrost" (suelo permanentemente congelado, especialmente en Siberia) que contiene enormes cantidades de metano o CO2, los arrecifes de coral, el régimen monzónico del sur de Asia o las corrientes marinas del Atlántico, están amenazados por estos puntos de inflexión, que podrían cambiar radicalmente el mundo.
En la Amazonía de Brasil, la deforestación alcanzó niveles récord desde la llegada al poder del presidente Jair Bolsonaro en 2019.
La selva amazónica de Brasil, que representa el 60% del total, ya pasó de ser un "sumidero de carbono" a ser una fuente neta de carbono, liberando en la última década un 20% más de este potente gas de efecto invernadero de lo que ha absorbido, según un estudio reciente.
Pruebas vitales
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En la Amazonía de Brasil, la deforestación alcanzó niveles récord desde 2019.
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La transformación de la cuenca del Amazonas en una sabana tendría por lo tanto enormes consecuencias, tanto a nivel regional como mundial, advierten los autores.
Unos 90.000 millones de toneladas de CO2 -el doble de las emisiones anuales del mundo procedentes de todas las fuentes- podrían entonces liberarse a la atmósfera... y aumentar el calentamiento global.
A nivel regional, no solo la selva se vería afectada: "Si se pierde el papel de la Amazonía en el ciclo de las lluvias, podría haber consecuencias para el centro de Brasil, el corazón agrícola del país", señala Tim Lenton.
Para evaluar la resiliencia del bosque, los investigadores analizaron datos que medían su biomasa y el "verdor" del dosel forestal. AFP