Preocupa seguidilla de muertes jóvenes en Florida

Las edades impactan; un niño de diez años, un adolescente de 16 y dos jóvenes de 18 años.

Otros han resultado gravemente heridos, algunos aún siguen internados o bajo tratamiento de una vida que ahora cambió para siempre. Tienen entre 13 y 17 años.

Y esto es apenas un recuento de los siniestros graves. La mayoría fueron en motos y en casi todos los casos hubo infracciones. No se respetó el semáforo, el conductor de otro vehículo cometió una infracción, hubo picadas o no se iba bien protegido con un casco que al menos evitara lo peor.

Tres de los casos, por ejemplo, están bajo investigación policial y judicial. Y Florida arrastra varias heridas de jóvenes también fallecidos en años anteriores en otros polémicos siniestros.

Las autoridades están cada vez más preocupadas. Solo entre el 15 y el 21 de setiembre dos jóvenes murieron y tres resultaron gravemente heridos. La comuna reinició una escuela de tránsito itinerante. Y sostiene que la clave es la educación.

A los jóvenes y los motociclistas también les impacta esta situación.

Hace pocos días, hubo una nueva inspección pericial de la Unidad de Policía Científica para culminar la investigación de una muerte próxima al puente Puente Piedra Alta, un lugar habitual para las picadas. La imagen reconstruida de como venían los jóvenes es elocuente.

En ese caso murió un joven de 18 años. Hacía pocos meses que tenía la moto. Y comenzaba a estudiar en Florida llegando desde el interior.

La reciente inauguración de un espacio para picadas en Maldonado generó atención en Florida.

Los conductores de motos creen que el cuidado debe ser la clave. Además, entienden que sin casco la situación es prácticamente mortal.