Intención de voto para el Balotaje: 49% para Yamandú Orsi y 46% para Álvaro Delgado

Proyección de indecisos

Según la encuesta publicada el 20 de noviembre, Yamandú Orsi obtendría 49% de los votos, mientras que la fórmula del Partido Nacional (PN) de Álvaro Delgado y Valeria Ripoll, alcanzaría 46% de los votos. El informe detalla que del total de indecisos, en términos aproximados, tres puntos porcentuales irían a la fórmula del Frente Amplio y otros tres a la Coalición Republicana.

Asimismo, un 5% votaría en blanco o anularía su voto. Entre ellos, se cuenta un 1% de indecisos que optarían, según la Usina, por esta última opción.

Los que aún no definieron su voto podrían ascender a 170.000 personas, cifra que aunque parezca pequeña, puede resultar crucial para definir.

Migración de los votos

“La migración de votos entre bloques entre la primera y la segunda vuelta muestra flujos mínimos entre los partidos que pasaron al balotaje, flujos pequeños desde los partidos coalicionistas hacia el FA y flujos mayores de los otros partidos hacia el FA”, desataca la Usina.

En este marco, el informe estima que del 44% que votó al FA en la primera vuelta, 43% lo hará en noviembre, mientras que del 27% que votó al PN, 1% migrará al FA.

Por otra parte, entre quienes votaron a otros partidos de la Coalición, que representan 20% entre el Partido Colorado, Cabildo Abierto y Partido Independiente, un 2% votará a Orsi-Cosse.

Asimismo, entre el 4% que votó a "otros partidos" 2% votaría al FA, y del 5% que votó en blanco y anulado, 1% votará al FA.

Por otro lado, entre quienes votaron al FA en octubre, 1% acompañará a Delgado-Ripoll, del porcentaje que votó al PN, 26% votará a la fórmula, de los que votaron a otros partidos de la coalición multicolor 18% la acompañará, y entre quienes votaron a otros partidos 1% votará al PN.

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Con este panorama, la Usina precisa que los datos presentados “invitan a la cautela” y que es necesario considerar “las posibles fuentes de error inherentes a las encuestas, como los errores de carácter muestral, los sesgos derivados de la no respuesta y las variaciones en las decisiones de los votantes en el último momento”. También señala que “se deben tener en cuenta los potenciales errores asociados a la proyección de indecisos utilizada para estimar la votación final”.