5 de abril de 2025 - 16:51 La noche del 10 de setiembre cambió la vida para esta familia sanducera que ahora reclama medidas para mitigar el peligro de los animales sueltos en rutas. Sebastián, un joven de 23 años, volvía de estudiar del Polo Industrial en Paysandú en moto, se topó con una tropilla de caballos sueltos y no los pudo esquivar.
El estudiante se rompió la columna cervical y los médicos anticiparon que solo iba a poder mover la cabeza. El dramático accidente afectó a toda la familia y durante la extensa internación, sus padres se han turnado para ir a visitarlo y acompañarlo en la sala de cuidados intensivos.
En una de esas idas, y con apenas una semana de diferencia desde el siniestro, el padre sufrió un episodio casi igual al de su hijo: a pocas cuadras del primer choque, también fue embestido por una cuadrilla de caballos sueltos.
El caso generó indignación entre los familiares y la comunidad sanducera, que pide que se cumpla con el Reglamento Nacional de Circulación Vial. En el documento se imponen sanciones económicas que van de las 6 a las 8 Unidades Reajustables (UR) y se le ataña responsabilidad a los dueños de los animales.