25 de febrero de 2023 - 10:35 Uruguay es un caso de éxito en términos de rendición de cuentas para los países sudamericanos. Situado en el puesto 136 del Atlas, es el país latinoamericano con mejores resultados y se encuentra en mejor posición que varios países con un PIB per cápita más elevado, como Italia, Corea del Sur, Grecia, Israel y Estados Unidos. “Esto se debe principalmente al régimen democrático estable del país, que ha promulgado una serie de políticas públicas sólidas y cuenta con instituciones para salvaguardar los derechos humanos, la justicia económica y la rendición de cuentas”., indica el informe.
Según información difundida por Infobae Venezuela, es un país especialmente afectado por la impunidad. Ocupa el puesto 11 en el Atlas, lo que refleja un nivel de impunidad superior al de Haití (15º) y al de Nicaragua (38º).
Dice además que “Es poco probable que Maduro acepte unas elecciones presidenciales competitivas en 2024, dados los elevadísimos costos de salida personales asociados a la pérdida del poder. Entre ellos se incluye la perspectiva de un enjuiciamiento internacional en respuesta a los abusos del régimen”.
Brasil ocupa el puesto 70 del Atlas, con un nivel de impunidad ligeramente peor que la media. “Brasil sale bastante bien parado en las dimensiones de explotación económica y degradación medioambiental (104º y 128º, respectivamente), pero la clasificación general del país se resiente debido a dos problemas principales. En el frente socioeconómico, la corrupción sistemática y los delitos de cuello blanco son frecuentes, mientras que la aguda desigualdad sigue obstaculizando las mejoras en otros ámbitos”.
Brasil tiene un nivel de impunidad inferior al de Colombia y México, que ocupan los puestos 53 y 45, respectivamente. Sin embargo, los tres obtienen una mala puntuación en conflicto y violencia, principalmente debido a los altos índices de delincuencia y a los conflictos relacionados con el narcotráfico.
Chile y Argentina, por su parte, ocupan los puestos 124 y 120 del Atlas. Argentina obtiene mejores resultados en la dimensión de degradación medioambiental, pero tiene un grado relativamente alto de problemas de seguridad. Por su parte, Chile obtiene buenos resultados en las dimensiones de explotación económica y gobernanza sin rendición de cuentas, aunque su nivel de desigualdad es elevado.