Los altos mandos de las exguerrilla FARC admitieron su culpa por primera vez ante las víctimas de más de 21.000 secuestros por los que fueron imputados, durante una audiencia este martes ante el tribunal de paz en Colombia.
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SUSCRIBITELos altos mandos de las exguerrilla FARC admitieron su culpa por primera vez ante las víctimas de más de 21.000 secuestros por los que fueron imputados, durante una audiencia este martes ante el tribunal de paz en Colombia.
Sentado frente a varios exsecuestrados y sus familiares en un auditorio de Bogotá, el último comandante de la disuelta guerrilla inició el reconocimiento.
En nombre de los 13.000 combatientes que dejaron las armas acepto la "responsabilidad individual y colectiva frente a uno de los más abominables crímenes cometidos" por la organización marxista, dijo Rodrigo Londoño, conocido como 'Timochenko' durante el conflicto.
Los excomandantes guerrilleros Pablo Catatumbo, Pastor Alape, Milton Toncel y Julián Gallo también pidieron perdón durante la audiencia de tres días.
Jaime Parra, conocido como "el médico" de las FARC, y Rodrigo Granda, "el canciller", podrán reconocer su responsabilidad hasta el jueves, cuando termina la comparecencia.
La JEP determinó que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) implementaron una "política nacional para secuestrar civiles" desde los años 1980.
Timochenko admitió que los delitos fueron "fruto de una política que desembocó en crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra", en medio de reclamos de las víctimas que denuncian falta de verdad.
Los afectados tendrán 15 días para hacer sus observaciones y la JEP prevé que en tres meses sus magistrados impondrán las sanciones.
Según lo acordado en La Habana, los exguerrilleros deben reparar a los afectados y decir la verdad para evitar la cárcel.
Políticos y militares que fueron secuestrados por las FARC durante el prolongado conflicto escucharon las confesiones e hicieron reparos por lo que consideran una "deuda de aporte a la verdad" por parte los victimarios.
Óscar Tulio Lizcano, secuestrado en el 2000 cuando era un congresista conservador, le exigió a sus "carceleros" esclarecer el paradero de los secuestrados desaparecidos.
"Qué nos digan la verdad. Hemos perdonado, pero eso no quiere decir que no haya Justicia, queremos la verdad", reclamó el exparlamentario de 75 años, que se fugó de su captores en 2008.
La magistrada Julieta Lemaitre, quien presidió la sesión, dijo que los secuestros "fueron producto de una política adoptada por el secretariado [cúpula] de las FARC-EP" y "cometidos de manera directa por sus subordinados".
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