21 de noviembre de 2024 - 08:33 Los misiles de largo alcance son armas estratégicas que pueden ser utilizadas para atacar objetivos a distancias significativas, comúnmente superiores a 300 kilómetros. Estos sistemas permiten a un país proyectar su poder militar más allá de sus fronteras, afectando las capacidades logísticas y operativas del enemigo y ahora son utilizados en la guerra entre Rusia y Ucrania.
El reciente permiso del presidente estadounidense Joe Biden para que se utilicen, cuando este tipo de acción suele ser restringida, marca un cambio significativo en la política militar estadounidense hacia el conflicto. En este contexto, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha advertido que cualquier ataque a su territorio podría activar la doctrina nuclear rusa, lo que implica un riesgo significativo no solo para Ucrania sino también para la estabilidad regional y global.
La escalada
Ahora, Rusia disparó un misil balístico intercontinental en Ucrania por primera vez, anunció la fuerza aérea ucraniana, en la última escalada en el conflicto desde que Kiev lanzara contra Rusia misiles de largo alcance suministrados por las potencias occidentales.
Es la primera vez que Moscú utiliza este tipo de armas desde la invasión de Ucrania en 2022.
Asimismo, unidades de defensa aérea ucranianas derribaron seis misiles, según la fuerza aérea, sin precisar si uno de ellos era el misil balístico intercontinental.
El jefe de la región donde se encuentra la ciudad de Dnipró, Sergii Lisak, indicó que el bombardeo aéreo ruso dañó un centro de rehabilitación y varias casas, así como una planta industrial.
En tanto, medios británicos informaron el miércoles de que Ucrania había lanzado misiles Storm Shadow, suministrados por Reino Unido, contra objetivos en Rusia después de recibir luz verde de Londres.