6 de junio de 2025 - 08:13 Aunque la relación entre Elon Musk y Donald Trump se consolidaba como uno de los vínculos más curiosos y estratégicos del poder en Estados Unidos, el empresario y el político disruptivo pasaron de forjar una alianza "ganadora" a protagonizar un enfrentamiento abierto.
¿Del amor al odio?
Desde que la semana pasada Musk criticó duramente el megaproyecto de ley presupuestaria de Trump, el divorcio entre el hombre más rico del mundo y el más poderoso era una cuestión de tiempo.
El presidente estadounidense aseguró el jueves en su red Truth Social que dio por terminada la misión presupuestaria de Musk, quien, según él, se había "vuelto loco" por una decisión desfavorable a los vehículos eléctricos.
"Mira, Elon y yo teníamos una gran relación. No sé si la seguiremos teniendo. Me sorprendió", dijo Trump a periodistas después de que Musk, hasta hace poco uno de sus más cercanos asesores, calificara de "abominación" su proyecto de ley presupuestaria porque cree que disparará el déficit.
"Cualquier cosa", respondió Musk.
Y fue más lejos al decir que sin su ayuda Trump "habría perdido las elecciones" presidenciales de noviembre, para las que Musk desembolsó casi 300 millones de dólares.
Musk no dudó en dar golpes bajos, afirmando, sin pruebas, que el nombre del presidente figura en el expediente de Jeffrey Epstein, un financiero estadounidense acusado de delitos sexuales y que se suicidó en prisión en 2019. En respuesta, la Casa Blanca describió los ataques de "lamentables".
En el despacho oval, Trump declaró que su exaliado solía decir "cosas maravillosas" sobre él pero algunos de los que salen del gobierno "se vuelven hostiles".
Todo esto se produjo menos de una semana después de que Trump despidiera en el despacho oval a Musk, rostro visible de la comisión de eficiencia gubernamental conocida como DOGE y encargada de recortar los gastos.
Con información de AFP.