22 de junio de 2023 - 07:14 Expertos en psicología, psiquiatría y en el tratamiento de la adicción a las nuevas tecnologías coinciden en que esta dependencia se puede prevenir con el fomento de buenos hábitos de uso desde edades tempranas, donde padres y madres también deben tomar conciencia de que su comportamiento y relación con dispositivos, redes sociales y videojuegos influyen directamente en los menores.
En los últimos años, la nomofobia se convirtió en una gran preocupación tanto para las familias con niños como para profesionales que tratan de combatir este miedo irracional a estar sin teléfono móvil.
Estos últimos coinciden en que no es fácil erradicar esta necesidad, entre otras cosas, porque las pantallas en general y los 'smartphones' en particular son las vías de comunicación preferidas por los jóvenes con su grupo de iguales.
En este sentido, un grupo de expertos valoró la medida implementada por padres y profesores de la ciudad de Greystones (Irlanda), que se unieron para establecer un código común que prohíbe el uso de los 'smartphones' entre sus hijos y alumnos hasta que estos alcancen la escuela secundaria.
Con esta decisión, se busca mitigar los efectos nocivos de las nuevas tecnologías, como son la exposición a contenido inapropiado, adicción y dependencia de estos dispositivos, casos de ciberacoso y 'sexting' o la pérdida de privacidad. A esto se añaden otros peligros físicos como los problemas de visión, la mala postura o la falta de sueño.
Debido a esta serie de consecuencias negativas favorecidas por el uso habitual de las nuevas tecnologías, desde el centro especializado en salud mental Ita Argentona consideran que una medida como la que han tomado en Irlanda "no es una propuesta fuera de lo común ni irrealizable" y que favorecería a los niños antes de generar esa dependencia a los móviles, una medida que también se podría extrapolar al uso desmesurado de las consolas y los videojuegos.
"Es una medida factible, teniendo en cuenta que no se retira de forma aislada, sino en grupo, lo que genera un marco normativo que permite a los niños comprender más fácilmente esta medida", considera uno de los psicólogos de este centro, Aleix Cortés.
Este especialista, además, insiste en que al retirar los dispositivos "se recuperarían espacios de ocio y se trabajarían nuevas habilidades, como la gestión del aburrimiento, la autorregulación y las habilidades de socialización".
Los expertos coinciden, por tanto, en que no solo son necesarias "unas leyes que rijan el uso que se hace de las tecnologías", según el CEO de Desconect@, Marc Masip, sino que también es fundamental una toma de conciencia por parte de los padres de estos niños, que deben tener en cuenta cómo sus comportamientos pueden influir en los menores.
"La sociedad ha normalizado el uso de móviles desde edades muy tempranas. Esto es comparable, por ejemplo, con el hábito de fumar. Todo el mundo sabe que es nocivo, pero no todos piensan lo mismo sobre el abuso de los medios tecnológicos", matiza Civeira.
Cómo reconocer la adicción
El apoyo de las familias, no solo sirve para concienciar -y, por lo tanto, prevenir la dependendencia- a los más jóvenes en los usos nocivos de la tecnología, sino que también es esencial durante el proceso de recuperación en caso de que se adviertan casos de adicción.
"En nuestras sesiones de tratamiento siempre participan los padres", comenta Masip, que incide en que las más enriquecedoras son las grupales "puesto que en ellas pueden compartir sus problemas con otras personas de su edad y sexo y les hace sentirse más comprendidos".
A pesar del posible desapego familiar una vez se alcanzan edades más avanzadas, suelen ser los padres los que detectan una serie de señales que indicarían que sus hijos pueden ser dependientes de los teléfonos móviles o las redes sociales: aislamiento, bajo rendimiento académico, etc.
En este sentido, los expertos coinciden que son "más las niñas" las que se encierran en plataformas como Instagram o TikTok "porque en ellas son más habituales los problemas de autoestima", según el director ejecutivo de Desconect@.
Los datos ofrecidos por la Fundación Barrié vienen a evidenciar lo que comenta este experto: un estudio llevado a cabo entre 10.000 adolescentes de entre 12 y 18 años de 59 colegios de Galicia encontró que había un número mayor de niñas -un 29,2 por ciento, frente a un 22,1 por ciento de chicos- que reconocían ser adictas a su teléfono móvil.
Con información de Europa Press