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Akihiko Kondo llegó a los titulares internacionales en 2018 cuando se casó con un personaje de ficción, pero días atrás el New York Times volvió a ponerlo en los medios cuando revisitó su curiosa historia, que tiene un final triste.
Kondo, que se identifica como “fictosexual”, es decir que se siente atraído por personajes ficticios, encontró compañía en Miku en 2008 luego de que el bullying que sufría en su lugar de trabajo lo llevara a una depresión. Además, según el medio norteamericano, había decidido que no se enamoraría de un ser humano tras ser rechazado por otras mujeres y porque no quería la vida que la sociedad japonesa demandaba de él.
De esa forma, Kondo se adentró en el mundo de los fictosexuales y en 2017 su relación con la cantante virtual dio un nuevo paso con el lanzamiento de Gatebox, un artefacto que permitía a los usuarios interactuar con una variedad de personajes representados en un pequeño holograma.
Gatebox, una herramienta del tamaño de una lámpara de mesa, estaba dirigida a hombres solteros y hasta permitía que los usuarios aplicaran para recibir certificados matrimoniales con sus parejas ficticias. Miles de personas se registraron y en 2018 Kondo le propuso matrimonio a su novia animada.
De esa forma, y con la intención de normalizar la “fictosexualidad”, Kondo realizó una boda abierta a los medios y de la que participaron 39 curiosos y conocidos de Internet, ya que su familia se negó a participar de la ceremonia.
Luego, como en cualquier matrimonio, la pareja se debió enfrentar a obstáculos, el más grande de ellos llegó durante la pandemia, cuando Gatebox anunció que iba a discontinuar su producto.
De esa forma, tras cuatro años de casados, un día Kondo se despidió por última vez de su esposa y al regresar a su hogar su imagen había sido reemplazada por las palabras “error de conexión”.
Sin embargo, él mantiene la esperanza de que podrá reunirse en el futuro, quizás si vuelve como un androide o en el metaverso. Hasta entonces, aseguró al NYT, le seguirá siendo fiel.
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