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SUSCRIBITEClarita Silva, una mujer taxista de Lascano, en Rocha, tuvo que asistir un parto. La taxista fue llamada para trasladar a la parturienta a un centro asistencial y, cuando llegó al domicilio de la futura madre, su esposo le pidió ayuda.
“Me bajo, entro a la casa y la señora estaba acostada en el piso, ya con el trabajo de parto”, contó la taxista, que rápidamente la desvistió y comenzó a asistirla. “Continuó con el trabajo de parto, me coloqué de frente para recibir a la bebé, con una frazadita en el piso, para la beba, y empezó a nacer”, dijo.
Al mismo tiempo, llegaron al lugar dos policías, que colaboraron para que la pequeña pudiera nacer en el lugar. Julio Pereyra, uno de los agentes, dijo a Telenoche que entraron a la casa y encontraron “al papá de la bebé muy nervioso”, sin saber qué hacer. “La señora acostada en el suelo, y la taxista con la beba en brazos. La madre estaba muy nerviosa y con mucho frío, porque estaba en el suelo”, explicó.
Cuando la madre terminó de dar a luz, Silva tuvo que desenroscarle el cordón umbilical del cuello, y Pereyra lo ató “con un hilo”.
“La bebé está muy bien. Ella y la mamá”, dijo la taxista. Pereyra, por su parte, manifestó tener “mucha emoción, y la alegría de que todo salió bien”. La pequeña se llama Dae, que en coreano significa "grandiosa mujer", y sus padres están contentos y agradecidos con quienes los ayudaron.
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