Todos tenemos una campera de nylon, acolchonada, ideal para enfrentar al frío y ponerle freno a la lluvia.
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SUSCRIBITELa historia reúne a un exaviador aficionado a la caza de patos, la ropa de entrecasa de su esposa, la reina Isabel y un perro fiel.
Todos tenemos una campera de nylon, acolchonada, ideal para enfrentar al frío y ponerle freno a la lluvia.
La historia de esta prenda, la campera husky, se remonta a la segunda mitad del siglo XX. Su creador fue un exaviador estadounidense, Steve Guylas que, radicado en el Reino Unido, dio rienda suelta a su afición por la caza de patos.
La incomodidad de regresar siempre mojado y la inspiración en la bata de andar en casa de su esposa dieron origen a la campera, que fue bautizada en honor al fiel perro que lo acompañaba en sus expediciones y que tuvo un giro inesperado cuando la reina Isabel II quedó sorprendida por la practicidad del abrigo.
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