Evitá daños en tu techo en temporada de lluvias

1. Inspección regular: realizá inspecciones visuales regulares de tu techo. Buscá signos de desgaste, daños en las tejas o membranas, y acumulación de escombros. Prestá especial atención a las áreas propensas a la acumulación de agua.

2. Limpieza de canaletas: mantené las canaletas y desagües libres de hojas, ramas y otros desechos. Las canaletas obstruidas pueden causar que el agua se acumule en el techo y provoque filtraciones.

3. Reparación de daños: si encontrás daños en el techo, como tejas rotas o agujeros, reparalos de inmediato. Los problemas pequeños pueden convertirse en grandes daños si no se abordan a tiempo.

4. Sellado de juntas: verificá las juntas y conexiones en tu techo. Si notás signos de desgaste o deterioro, aplicá sellador de techos para prevenir filtraciones.

5. Revisión de techos planos: si tenés un techo plano, asegurate de que el sistema de drenaje esté funcionando correctamente. Los techos planos son más propensos a las filtraciones si no se drena adecuadamente el agua de lluvia.

6. Mantenimiento de chimeneas y ventilaciones: inspeccioná y limpiá las chimeneas y ventilaciones del techo. Las obstrucciones pueden llevar a problemas de humedad en el interior de tu hogar.

7. Contratación de profesionales: si no te sentís cómodo haciendo el mantenimiento del techo por ti mismo, considerá contratar a un profesional. Un experto en techos puede realizar inspecciones más detalladas y llevar a cabo reparaciones de manera segura.

8. Programa de mantenimiento: establecé un programa de mantenimiento preventivo para tu techo. Esto puede incluir inspecciones anuales o semestrales, según las condiciones climáticas de tu área.

9. Uso de materiales de calidad: si es necesario reemplazar tejas o realizar reparaciones, asegurate de utilizar materiales de calidad que tengan una vida útil más larga y sean más resistentes a las inclemencias del tiempo.