El pericón declarado Patrimionio Cultural Inmaterial

"Hay una serie de danzas de nuestra tradición popular que merecerían estar en esta categoría, pero empezamos con los que nos parecería que era el buque insignia que es el pericón nacional", agregó.

"Lo que viene ahora es establecer un plan de manejo del bien, es decir, declaramos que una cosa tiene un valor de patrimonio cultural en nuestro país, bueno ¿qué vamos a hacer con esto? Y eso debería ser algo que se decida entre todos los uruguayos", explicó.

Vea informe de Telenoche:

El pericón

Este baile es un símbolo de la danza uruguaya y, como ocurre con algunas buenas historias, no tiene un origen claro.

Las autores y estudiosos de nuestra cultura concuerdan en que el pericón nació a fines del siglo XVII en el ambiente campesino. La primera descripción de la coreografía apareció en 1876 en la poesía El Baile de Alcides e Isidoro de María. Ahí se describía como un baile en parejas que se movían al ritmo de las guitarras.

Ellos estaban coordinados en rondas, con los brazos entrelazados y las manos unidas.

Con pequeñas variaciones, el baile se empezó a replicar en los salones y las tertulias íntimas en el mundo rural. También se difundió en todo el país por la popularidad que cobró en los festejos al aire libre. Casi siempre, los bailarines se movían guiados por las acuerdas de las guitarras, usaban pañuelos blancos y celestes, dos símbolos del pabellón nacional.

En abril de 1889, la compañía argentina de los hermanos Podestá llegó a Montevideo para presentar una obra teatral titulada Juan Morena donde se bailaba con un gato y se cantaban payadas. Por una sugerencia, se sustituyó al gato por un pericón y se incorporó la figura del paballón nacional.

Desde entonces, el baile se transformó en un símbolo de un país que aún mantiene su tradición en festividades patrias y folclóricas. Hoy, el pericón es bailado todos los 19 de junio por los alumnos de sexto año de escuela.