"Adolescencia": la serie que incomoda, sacude y plantea preguntas sobre los adolescentes uruguayos

En Uruguay, profesionales de la salud mental destacaron la importancia del debate que genera la serie, aunque alertaron sobre la necesidad de contextualizar correctamente los mensajes que transmite. La psicóloga Lorena Estefanel remarcó que Adolescencia no describe un proceso evolutivo común de la adolescencia, sino un caso extremo de patología. “No es una serie para entender a los adolescentes”, advirtió.

Desde una perspectiva clínica, la sexóloga y neuropsiquiatra Magdalena Joubanoba enfatizó que el personaje principal “no representa a la mayoría de los adolescentes que tenemos en nuestras vidas”. La especialista remarcó que, si bien la adolescencia es una etapa de crisis y transformación, los niveles de violencia retratados en la ficción no se corresponden con la realidad cotidiana.

Ambas profesionales coincidieron en que la serie puede generar temores infundados en padres y madres, al presentar un caso de patología severa sin exponer claramente todos los factores que podrían influir en su desarrollo. “La patología mental siempre es muy compleja”, sostuvo Estefanel, y agregó que la producción “plantea un problema como si fuera parte de un fenómeno evolutivo, sin mostrar otras variables asociadas”.

En cuanto a la violencia, la miniserie también expone dinámicas en las instituciones educativas que abarcan desde conflictos entre pares hasta indiferencia por parte del entorno adulto. “Las dinámicas de violencia no emergen en cualquier lógica de convivencia”, explicó Estefanel, quien señaló la necesidad de promover formas de relacionamiento saludables y activas para prevenir escenarios extremos.

El uso de redes sociales aparece como otro eje central de la narrativa. La serie muestra cómo los adolescentes construyen un mundo privado, muchas veces inaccesible para los adultos, donde se amplifican los riesgos vinculados al anonimato y la violencia digital.

Consultadas sobre si situaciones similares a las de la serie podrían darse en Uruguay, ambas expertas coincidieron en que se trata de casos excepcionales. Joubanoba subrayó que, aunque ciertos trastornos graves pueden desarrollarse desde edades tempranas, estos obedecen mayormente a causas genéticas y no son provocados únicamente por el entorno familiar o escolar.

La serie, si bien logró instalar un debate valioso, fue cuestionada por generar una sensación de inmediatez y cercanía que no siempre se condice con la realidad local. “Asusta, pero por las razones no correctas”, concluyó Estefanel. Aunque la ficción propone reflexionar sobre temas relevantes, los especialistas insisten en no perder de vista que se trata de un caso extremo, y no de una representación general de la adolescencia.