10 de septiembre de 2025 - 19:50 De acuerdo a los datos almacenados por la computadora del BYD que Andrés Morosini utilizó para secuestrar y asesinar a sus hijos, de dos y seis años, y suicidarse después, a los 15 minutos después de desplegar el operativo policial el auto ya estaba en el arroyo.
Esta información indica que la velocidad promedio a la que circuló superó los 132 kilómetros por hora, una velocidad que se acerca al límite de lo recomendado por la marca para un vehículo con una carrocería ligera.
Paralelamente, según un documento de la investigación al que accedió El Observador, durante el tiempo que transcurrió entre que la madre de los niños hizo la denuncia y la Policía desplegó el operativo de búsqueda, las autoridades estiman que Morosini ya se encontraba en Río Negro y, unos 15 minutos más tarde, ya había ingresado a las aguas del arroyo Don Esteban.
“No hay despliegue posible ante la celeridad y sucesión de los hechos”, concluye el informe.
Si bien no se sabe a qué velocidad el vehículo ingresó al agua, los exámenes primarios indican que lo hizo a alrededor de 55 km/h y en tercera marcha.
Cuando extrajeron el auto del arroyo, las ventanillas del auto estaban abiertas hasta la mitad, que permitió el ingreso de agua.
Como informó Telenoche el martes, la Suprema Corte de Justicia pidió al Juzgado de Mercedes que envíe información sobre lo actuado en torno al caso Morosini. La denuncia de una mujer contra su expareja fue radicada el 1º de setiembre, ante el Juzgado Letrado de Cuarto Turno.