Frente a la aprobación de la ley que habilita la eutanasia en Uruguay, los obispos del país emitieron un comunicado reiterando su voz "a favor de la vida".
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SUSCRIBITELa Iglesia Católica uruguaya advierte que la ley fomenta la “cultura de la muerte” y resalta la dignidad de cada vida humana.
Frente a la aprobación de la ley que habilita la eutanasia en Uruguay, los obispos del país emitieron un comunicado reiterando su voz "a favor de la vida".
La Cámara de Senadores aprobó este miércoles la ley de Muerte Digna, con la que Uruguay legalizó la eutanasia por amplia mayoría. Según la Conferencia Episcopal del Uruguay (CEU), la ley “fomenta la ‘cultura de la muerte’” y representa un riesgo en un país con alta tasa de suicidios y desafíos en salud mental. Los obispos señalan que va en contra del valor y la dignidad de la vida humana.
La ley establece que toda persona mayor de edad, psíquicamente apta y que padezca una o más patologías o condiciones de salud crónicas, incurables e irreversibles que afecten gravemente su calidad de vida y le provoquen sufrimientos considerados insoportables podrá solicitar la eutanasia.
El comunicado recuerda que la dignidad humana implica valorar cada vida como única, irrepetible e insustituible, independientemente de la salud, etnia, sexo, cultura o situación socioeconómica. Asimismo, señalan que “morir con dignidad” significa hacerlo sin dolor, en el tiempo natural, rodeado de seres queridos, informado y acompañado espiritualmente.
“Cuando hablamos de dignidad humana, nos referimos al valor incomparable de cada ser humano concreto. Cada vida humana aparece ante nosotros como algo único, irrepetible e insustituible, su valor es independiente de su estado de salud, etnia, sexo, cultura, situación socio económica, o cualquier otra circunstancia”, expresa el comunicado.
La CEU concluye que, como Iglesia en Uruguay, continuará promoviendo el cuidado de la vida y su dignidad, en consonancia con la Constitución y tratados internacionales, y resalta que los momentos de debilidad pueden convertirse en oportunidades para encontrar un sentido trascendente a la vida.
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