23 de noviembre de 2025 - 19:56 La Comisión de Salud de la Cámara de Diputados analiza un proyecto que permitiría la venta de lentes pregraduados monofocales para presbicia en farmacias de primera categoría, ópticas y otros establecimientos habilitados por el Ministerio de Salud Pública.
El proyecto establece que cada lente deberá llevar una etiqueta con la leyenda: "Anteojos de lectura de uso transitorio. Concurra al profesional de salud para su control", y que los comercios exhiban un cartel con la misma advertencia. Los legisladores que impulsan la iniciativa sostienen que estos productos ya circulan en el mercado, pero carecen de un marco normativo que garantice la seguridad de los consumidores.
La medida busca asegurar la salud de la población y adecuarse a normativas similares, además de limitar la venta de lentes de contrabando o sin controles adecuados. La propuesta cuenta con respaldo de legisladores del Frente Amplio, Partido Nacional y Partido Colorado, lo que aumenta las probabilidades de aprobación.
Oposición en el sector
Sin embargo, el sector óptico ha expresado su preocupación, advirtiendo que la autorización masiva de estos anteojos podría fomentar la automedicación y retrasar diagnósticos oftalmológicos. Señalan que la venta en farmacias y comercios sin personal especializado podría afectar alrededor de 2.000 puestos de trabajo, reducir la rentabilidad del sector y reemplazar empleos calificados por tareas de baja especialización.
Los ópticos recuerdan que los anteojos pregraduados fueron diseñados como soluciones temporales para emergencias en aeropuertos o free shops, y no como alternativa permanente a lentes recetados por profesionales. Además, la normativa vigente establece que los lentes graduados deben ser vendidos únicamente en ópticas con ópticos responsables bajo estrictos estándares técnicos y sanitarios.