29 de diciembre de 2025 - 13:32 El anuncio del presidente Yamandú Orsi sobre un decreto que modifica el sistema de aportes al Fondo Nacional de Salud (Fonasa) generó una fuerte reacción política y abrió un debate técnico de alta complejidad sobre el financiamiento del Sistema Nacional Integrado de Salud.
La oposición cuestionó la medida por su impacto en los trabajadores y por haberse adoptado por decreto, mientras que desde el oficialismo se insistió en que se trata de una corrección metodológica necesaria y conocida desde hace años.
El cambio central está vinculado al denominado “costo promedio equivalente”, un indicador que utiliza el Seguro Nacional de Salud para estimar cuánto cuesta, en promedio, la atención sanitaria de cada beneficiario a lo largo de su vida y, en función de eso, calcular aportes y devoluciones.
Explicación técnica desde Economía
El viceministro de Economía, Martín Vallcorva, explicó que hasta ahora ese cálculo se realizaba tomando como base el promedio de las cápitas que el Fonasa paga a las instituciones, bajo el supuesto de una cobertura continua desde el nacimiento hasta los 75 años en el caso de los hombres y 81 en el de las mujeres. Según indicó, esa metodología subestima el costo real por dos razones clave.
Por un lado, el Sistema Nacional Integrado de Salud fue creado hace apenas 18 años, por lo que una parte importante de los actuales beneficiarios nunca generó cápitas en su juventud, como asume el cálculo vigente. Por otro, la esperanza de vida actual es mayor a la utilizada como referencia, lo que implica que no se están incorporando adecuadamente las cápitas más caras, correspondientes a edades avanzadas. El efecto combinado, sostuvo Valcorva, es un costo promedio artificialmente bajo.
Con la corrección del indicador, el impacto fiscal será una reducción en las devoluciones que realiza el Fonasa. De acuerdo a estimaciones primarias del Ministerio de Economía y Finanzas y del BPS, a partir de 2027 el Estado devolverá entre 70 y 80 millones de dólares menos por año. El nuevo esquema comenzará a aplicarse en 2026 y las devoluciones se efectivizan al año siguiente.
Cuestionamientos y cita al Parlamento
Desde la oposición, el diputado del Partido Nacional Sebastián Andújar fue uno de los más críticos. Señaló que la medida fue “mal comunicada” y la calificó como un aumento encubierto de tributos, que afectará especialmente a los trabajadores de ingresos medios y medios-altos que hoy reciben devoluciones por exceso de aportes. Andújar cuestionó que el cambio se haya dispuesto por decreto y sostuvo que debería ser tratado en el Parlamento. “El gobierno siempre arranca por las medidas más drásticas, sin ajustarse el cinturón antes”, afirmó.
En ese marco, la oposición anunció que citará al ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Odone, a la Comisión Permanente durante el receso estival para que brinde explicaciones sobre el decreto y su impacto.
En respuesta, el diputado del Frente Amplio Sebastián Valdomir defendió la decisión del Poder Ejecutivo y rechazó los cuestionamientos opositores. Recordó que durante la campaña electoral de 2024 ya se discutía públicamente la situación financiera del sistema de salud y del Fonasa, y calificó de “deshonestas y desatinadas” las críticas que presentan la medida como una quita de ahorros o un nuevo impuesto.
Valdomir señaló que existen documentos técnicos previos —entre ellos informes de la Coordinadora de Instituciones Médicas de Atención Mutual y un estudio de Ceres de 2024— que advertían sobre los problemas de financiamiento del sistema. Además, remarcó que el Parlamento es el ámbito natural para discutir estas políticas y que los ministros deben comparecer cuando son convocados.