En el año 2011 el gobierno de José Mujica creó Gas Sayago, una compañía de capital público, que funcionaría bajo el derecho privado.
google.com, pub-8304629578620958, DIRECT, f08c47fec0942fa0
Para continuar, suscribite a Telenoche. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.
SUSCRIBITEEn el año 2011 el gobierno de José Mujica creó Gas Sayago, una compañía de capital público, que funcionaría bajo el derecho privado.
El 2 de agosto el primer mandatario cruzó hacia Argentina y, tras una reunión en la Casa Rosada con su par Cristina Kirchner, hubo humo blanco: Uruguay y Argentina encararían juntos el proyecto de construcción de una planta regasificadora.
La discusión se centró entonces en la ubicación, el tamaño y la viabilidad económica; hubo un sinfín de reuniones con Argentina hasta que el país vecino decidió no participar del proyecto por "tener otros tiempos".
No obstante, Uruguay decidió seguir adelante y acelerar la marcha por lo que se lanzaron tres llamados internacionales distintos para la construcción de la planta a dos kilómetros de la costa de Puntas de Sayago (el proyecto incluía el dragado, la obra y el contrato del gas).
Las diferencias no tardaron en llegar entre el Ministerio de Industria y los técnicos de UTE, entre el oficialismo y la oposición, y así fue como la viabilidad económica de la regasificadora comenzó a estar en tela de juicio.
En mayo de 2013 Gas Sayago eligió el consorcio francés GDF Suez para la construcción de la regasificadora, la obra de la terminal y la concesión por 20 años, demandaría una inversión de unos US$ 1.125.000.
La firma se asoció con una japonesa y crearon el consorcio GNLS que comenzó la obra a fines de 2013, pero los conflictos cada vez incrementaban más.
El escenario se complicó cuando la empresa constructora brasileña OAS, que estaba a cargo de la construcción del gasoducto, fue involucrada en una casusa de corrupción en Brasil.
Luego cuando Tabaré Vázquez asumió su segundo gobierno en marzo de 2015, y con las obras paralizadas, el consorcio GNLS plantó revisar las condiciones del contrato de la obra lo que elevaba el costo del proyecto.
Pero Vázquez se negó e indicó que Uruguay no pondría más plata que la acordada, por lo que si el contrato se incumplía se procedería a ejecutar la garanta de $100.000.000 establecida en el acuerdo. Y así fue.
Por su parte, Gas Sayago desarrolló varios proyectos con el objetivo de restructurar el proyecto y, en ese marco, la empresa seleccionó la oferta de la holandesa Shell y abrió un periodo de negociaciones exclusiva por seis meses.
Sin embargo, Gas Sayago no paró de arrojar malas noticias y la oposición instaló una Comisión Investigadora a nivel del Parlamento.
A principios de 2018, la Comisión Investigadora terminó su trabajo y la oposición decidió llevar los contratos de la regasificadora a la Justicia mientras que el gobierno decidió no extender el memorándum de entendimiento que había firmado con Shell.
En mayo del mismo año, y en conferencia de prensa, el gobierno de Vázquez informó que finalmente el polémico proyecto estaba descartado.
Con la llegada de Lacalle Pou a la presidencia, el nuevo directorio de UTE encargó una auditoría externa de Gas Sayago la cual arrojó pérdidas por US$ 213.000.000 más las eventuales condenas por demandas de valor US$ 37.000.000, US$8.000.000 por sacar los pilotes de la obra y US$3.000.000 por funcionamientos hasta que se pase los activos a UTE. Para ello, el Poder Ejecutivo remitió un proyecto de ley al Parlamento.
Desde el Frente Amplio, por ejemplo el exministro Astori, reconoció que el proyecto "no tenía ningún sentido". Sin embargo, Mujica lo volvió a defender en su última intervención sobre el tema.
Tras once años del inicio del proyecto, a esta polémica historia, le quedan más capítulos por lo que un equipo de Telenoche recorrió las instalaciones para ver como es la actual realidad del predio donde hubiera estado la regasificadora.
En el lugar, ubicado dentro de un predio de la Administración Nacional de Puertos -donde también están los restos del Frigorífico Nacional- quedan varias pertenencias de Gas Sayago.
Por ejemplo, los pilotes que que están instalados sobre el Río de la Plata se ubican a unos dos kilómetros de la costa y retirarlos costará alrededor de US$8.000.000 según una estimación de la auditoría.
Varios lugares llaman la atención dentro del predio: uno de ellos es el puerto, construido especialmente para movilizar los barcos que se dirigían hasta la zona de la plataforma marítima.
La recorrida realizada por el equipo de Telenoche en el predio de Gas Sayago siguió, hasta llegar a un lugar con miles de rocas, entre otras cosas.
Vea el informe de Viviana Ruggiero y Santiago Clarens aquí.
Suscríbete y recibe todas las mañanas en tu correo lo más importante sobre Uruguay y el mundo.
SUSCRÍBETE