La industria de la moda perdió a dos figuras relevantes en los últimos meses.
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SUSCRIBITELa industria de la moda perdió a dos figuras relevantes en los últimos meses.
Mientras nuevos artistas y diseñadores crecen, otros se van, pero dejan un gran legado por el cual serán recordados por siempre.
A modo de homenaje, Andrea Menache recuerda a la Vivienne Westwood y a Paco Rabanne.
Vivienne Westwood nació en Londres en 1941. Si bien su amor por la moda surgió desde muy joven, antes de consagrarse estudió Magisterio y llegó a enseñar durante un tiempo.
Tras divorciarse de su primer marido, conoció a Malcolm McLaren, músico, productor y manager del mítico grupo Sex Pistols.
Con él se inició en el punk abriendo una tienda a comienzos de los 70 que se convertiría en la meca de la anti-moda. La diseñadora se transformaría en un auténtico ícono del movimiento punk.
En 1983 puso fin a su relación y colaboración empresarial con McLaren y empezó su camino en solitario.
Reivindicativa, provocadora y anti convenciones, se apropió de varios símbolos del Reino Unido como la bandera, el tartán escocés y sus kilts.
Muy comprometida con la sostenibilidad, sus desfiles fueron plataformas para el debate con pancartas en alusión al cambio climático y contra la guerra.
Fueron mas de 60 años dedicados a la moda y haciendo historia. Falleció en Londres el pasado diciembre a los 81 años.
Francisco Rabanne Da Cuervo, más conocido como Paco Rabanne, falleció en Francia el pasado 3 de febrero a los 88 años.
Aunque hace tiempo se había retirado de los focos, su muerte deja a la industria sin uno de los exponentes más rupturistas de siglo XX.
El modisto llamado también “el metalúrgico de la moda”, era español y sus creaciones futuristas marcaron una época que aún siguen siendo inspiración.
Técnico, sensual, irreverente y rockero, fue capaz de convertir la moda en ropa y en entretenimiento al mismo tiempo. su primera colección que lo lanzó a la fama en 1966 se componía de 12 vestidos imposibles de llevar, elaborados con materiales contemporáneos como el metal y el plástico.
Una introducción de la moda al diseño industrial y a la arquitectura, un quiebre al culto del textil que había marcado la generación anterior de Dior, Balenciaga o Yves Saint Laurent.
Rabanne pertenecía a un grupo de diseñadores deslumbrados con la carrera espacial en una década que culminó con la llegada del hombre a la Luna.
Desde entonces el diseñador construyó un imperio diversificando su marca y creando grandes perfumes.
Su gran personalidad brindó una estética única con una visión atrevida, revolucionaria y provocadora del mundo de la moda. seguirá siendo una importante fuente de inspiración para todas las generaciones.
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