Alfredo de Arrascaeta recordó los primeros pasos de su hijo

"Su ilusión cuando era niño eran los caballos porque todos en la familia éramos jockeys. Empezó a andar arriba de los caballos pero cuando tuvo un accidente grande a los cinco años le agarró temor a los caballos y empezó a practicar fútbol", recordó Alfredo.

Desde chiquito salía a hacer los mandados e iba con la pelota a todos lados Desde chiquito salía a hacer los mandados e iba con la pelota a todos lados

El padre del futbolista de la selección también se remontó a los primeros entrenamientos de su hijo, cuando "no teníamos para comprar conos, le poníamos cañas y le hacíamos hacer la víbora y varias cosas más corriendo por la vuelta para entrenarlo y contra la pared para aprender a manejar las dos piernas".

Giorgian de Arrascaeta ya dejaba entrever su calidad en baby fútbol, con temporadas en las que cosechaba casi 50 goles.

"Yo lo alentaba y le pagaba cinco pesos por gol. Yo vendía pan en las calles de Nuevo Berlín y corría carreras de caballo y en un año no me daba el presupuesto para pagarle los goles que hacía en el año, si hacía 49 o 50 goles por temporada", rememoró.

Alfredo celebró que "Dios nos iluminó con nuestro único hijo, que pudo llegar allá (Montevideo) pese a que cuando lo llevé me decían que no porque no tenía físico, aunque yo les decía que no venía a boxear sino a jugar al fútbol".

"Cuando fue el primer entrenamiento con Defensor ya de arranque hizo cinco goles. De cualquier rincón del país, de cualquier pueblito humilde sale un buen jugador", aseguró.

El padre del deportista confesó que vive de forma muy especial cuando su hijo juega con la selección y se refirió al último compromiso por Eliminatorias, cuando fue autor del único gol que le dio la victoria y la clasificación a Uruguay al Mundial de Catar.

"Yo desde temprano ya me pongo nervioso. El siempre me confirma antes del partido si juega", indicó.

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