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SUSCRIBITEEl proyecto, que recibió apoyo mayoritario tanto de senadores como de diputados de los partidos demócrata y republicano, busca combatir una práctica conocida como pornovenganza.
Estados Unidos promulgó una nueva legislación federal que penaliza la difusión de imágenes sexuales sin consentimiento, incluyendo aquellas generadas mediante inteligencia artificial. La normativa establece sanciones de hasta tres años de prisión para quienes incurran en este tipo de conductas.
El proyecto, que recibió apoyo mayoritario tanto de senadores como de diputados de los partidos demócrata y republicano, busca combatir una práctica conocida como pornovenganza. Este término hace referencia a la divulgación de imágenes íntimas con fines de venganza o extorsión, una problemática que se intensificó con el uso de redes sociales.
La ley también contempla los casos en los que se utiliza inteligencia artificial para crear imágenes falsas. En estos, se emplea el rostro de una persona en montajes que simulan desnudos o situaciones sexuales, sin que la víctima haya participado ni dado consentimiento. La tecnología permite que estas imágenes falsas sean difíciles de distinguir de las reales, lo que puede afectar a las personas involucradas, incluso si nunca se tomaron las fotos originales.
Hasta el momento, algunos estados como California y Florida contaban con normas específicas sobre este tema. La nueva legislación amplía su alcance a todo el territorio de Estados Unidos y obliga a las plataformas digitales a eliminar este tipo de contenidos.
Entre los casos que motivaron el avance legislativo se encuentran los de la cantante Taylor Swift y la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez, cuyas imágenes fueron manipuladas digitalmente y difundidas en redes.
La iniciativa fue impulsada por la primera dama Melania Trump, quien en marzo organizó un encuentro en la Casa Blanca con víctimas de este tipo de acoso para visibilizar la problemática.
Según los impulsores de la ley, las principales víctimas de estas prácticas son mujeres y niñas. La legislación representa la primera medida de alcance nacional en Estados Unidos que incluye a la inteligencia artificial dentro del marco penal en materia de acoso sexual.
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