Con boletos del transporte colectivo, un material que muchos desechan, un extrabajador metalúrgico jubilado realiza obras de arte muy particulares.
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SUSCRIBITECon boletos del transporte colectivo, un material que muchos desechan, un extrabajador metalúrgico jubilado realiza obras de arte muy particulares.
Jorge descubrió su talento mientras intentaba "ocupar un poco la monotonía del trabajo" y notó que "enrollando un papelito se formaba un palito".
"Descubriendo eso fue que empecé a probar y probar", dijo el extrabajador, quien recordó entre risas que cuando comenzó a incursionar en estas manualidades eran "un desastre".
"Hasta la cantidad de cola que le voy colocando tiene que ser justa, no tiene que sobrar, porque si no se pegotea todo y se rompe el papel. Eso lo fui adquiriendo a medida que fui tirando y tirando boletos", agregó.
Si algo requiere este pasatiempo es una maestría en paciencia, ya que si el artesano es ansioso "va muerto, está frito en el intento", opinó.
En tal sentido, aseguró que es un trabajo que demanda "mucha paciencia" y que requiere mucho tiempo.
"La primera estructura que hice fue la Torre Eiffel y me llevó dos años y medio. No tengo presente cuántos boletos me llevó hacerla, pero pesa medio kilo, así que debe estar cerca de los mil boletos", detalló.
Otra de sus obras, la Torre de Dom de la ciudad de Utrecht en Holanda, requirió 6.600 boletos y demandó largas horas de trabajo.
"Si calculamos que enrollar y pegar cada boleto me lleva dos minutos y medio, porque no lo puedo hacer en menos tiempo, más de 6.000 boletos no sé cuanto tiempo me habrán llevado", comenta mientras ríe.
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