6 de junio de 2022 - 19:43 Un hombre fue condenado a seis años y medios de cárcel tras el ataque de tres de sus perros a un vecino y deberá ir a prisión por "omitir la obligación de adoptar medidas de seguridad y prevención en su domicilio, donde se alojaban los canes de raza fila brasilero, siendo esta potencialmente peligrosa, no contando con estructuras suficientemente resistentes y de dimensiones adecuadas que impidan que los perros escapen".
El caso tuvo lugar en Avellaneda, Argentina, cuando tres perros de raza Fila Brasilero atacaron a un vecino que caminaba por la zona y le destrozaron un brazo.
Me encuentro con tres perros grandotes, de los cuales uno gira la cabeza y hace contacto visual conmigo, entonces giro, habré hecho tres pasos y el perro que me estaba gruñendo me agarra de la pierna, yo atino a agarrarme de un árbol y se me vienen los otros dos Me encuentro con tres perros grandotes, de los cuales uno gira la cabeza y hace contacto visual conmigo, entonces giro, habré hecho tres pasos y el perro que me estaba gruñendo me agarra de la pierna, yo atino a agarrarme de un árbol y se me vienen los otros dos
Según el fallo judicial los perros fueron incautados por la Policía para someterlos a la eutanasia.
El fallo fue dictado por el juez Martín Javier Pizzolo, del Tribunal en lo Criminal número uno de Avellaneda-Lanús, y recayó sobre J.F.S, el dueño de los tres canes, según determinó la sentencia.
La víctima fue atacada el 19 de abril de 2021, cuando Claudio José Gómez regresaba a su casa en la localidad bonaerense de Wilde.
Uno de los perros más grandes mordió y arrancó una parte del brazo del hombre.
Me empiezan a morder los tres. Yo me agarraba de un tronco y me bajan los pantalones, entonces pierdo el equilibrio y caigo, y me atacan entre los tres. El que me estaba agarrando la pantorrilla, suelta, y me agarra del brazo derecho, yo ya desnudo y tirado en el piso, mientras los otros me mordían las piernas, los pies y el otro brazo izquierdo Me empiezan a morder los tres. Yo me agarraba de un tronco y me bajan los pantalones, entonces pierdo el equilibrio y caigo, y me atacan entre los tres. El que me estaba agarrando la pantorrilla, suelta, y me agarra del brazo derecho, yo ya desnudo y tirado en el piso, mientras los otros me mordían las piernas, los pies y el otro brazo izquierdo
El fallo judicial también evaluó que los perros, de una raza peligrosa, estaban detrás "una puerta de madera endeble y una chapa colocada en una ventana".